María Caricheo Pailalef era una adulta mayor de 79 años que vivía sola en la región de Los Lagos. Luego de enviudar a mediados del 2019, y de perder a su único hijo un mes después de la partida de su esposo, llevaba una vida tranquila pero también muy solitaria. Sin embargo, su vida terminó de una manera estremecedora en febrero.
El 18 de febrero de 2025, fue hallada sin vida al interior de una fosa séptica en la localidad de Fresia. Durante semanas, María pidió desesperadamente ayuda a las autoridades para vaciar la fosa, que ya no podía soportar por la pestilencia, pero sus ruegos fueron ignorados.
La indiferente respuesta que recibió y la angustia que sentía: "Lloraba mucho en las noches"
Así lo consigna el reportaje de BioBioChile, asegurando que la adulta mayor, en primera instancia, intentó pedir ayuda a la presidenta de la Junta de Vecinos de su localidad, pero cuando se dio cuenta que no la podían ayudar, le pidió a un vecino que la llevara hasta el municipio para solicitar el envío de un camión que hiciera el trabajo.
Para ese entonces, María Caricheo ni siquiera podía comer dentro de su mediagua por el olor que salía de la fosa séptica.
Desde la Municipalidad de Fresia le dijeron que después de una feria costumbrista en la que estaban trabajando, podrían ver cómo ayudarla, pero esto sería después de tres a cuatro semanas.
Lamentablemente, pese a toda la ayuda que pidió -y no recibió- sus últimos días estuvieron marcados por la frustración y la impotencia, ya que según Isolde, una de sus amigas más cercanas, "lloraba mucho en la noche, en su silencio, por la impotencia que sentía de que no la escucharan".
Las únicas respuestas que obtenía eran opciones que no podía costear, como contratar el servicio de manera particular, el que bordeaba entre los $117.000 y $150.000, o esperar un mes más.
Sergio, el mismo vecino que la ayudó y la llevó hasta el municipio en su auto, señala, "el compadre que nos atendió fue bien cortante y dijo: 'Tienen que esperar porque en este momento estamos dedicados a las fiestas costumbristas. Sería de tres a cuatro semanas más, si es que'.
Cabe señalar que según lo que consigna el reportaje, tiempo atrás la adulta mayor había recibido ayuda por otra de sus vecinas y amigas más cercanas, Magaly.
En aquella ocasión, fue la familia de Magaly quien le ayudó a limpiar la fosa séptica con una manguera. Sin embargo, esta vez, el problema no se limitaba a una simple limpieza que una manguera pudiera hacer con dificultad, ya que la situación era mucho más grave que la vez anterior.
Volvió a pedir ayuda desesperadamente
La fosa séptica de María había superado su capacidad. Ya no solo estaba colapsada, sino que rebalsaba. Tres días antes de su muerte, María comenzó a perder la esperanza.
Desesperada por el olor putrefacto y en la soledad en la que vivía, volvió a pedirle a Sergio que la acompañara nuevamente al municipio. Tras esperar varias semanas, le informaron que la fosa no se limpiaría hasta abril. Esto la sumió aún más en la desesperación.
En una última llamada a Isolde, su gran amiga, le confesó, “no sé qué voy a hacer. Sabes que me dejaron como para tres semanas más”.
La situación era insostenible y ella era consumida por un sentimiento de impotencia.
En su último día de vida intentó limpiar ella misma la fosa séptica
El sábado, justo el día de su muerte, María trató de vivir lo más normal posible. Fue a la iglesia a pesar de las dificultades, y regresó a su casa como si todo estuviera bien, esto, cerca de las 20:00 horas. Sin embargo, la tragedia estaba cerca. Esa noche, la cámara instalada frente a su casa captó sus últimos momentos con vida.
En las imágenes se le ve caminando de un lado a otro, dando vueltas por su hogar. En su última vuelta, dejó a un lado su polerón y botella de agua. Luego, se acerca a la fosa y desaparece de la vista.
El trágico final de la adulta mayor después de ser ignorada por las autoridades
Al día siguiente, Francisca, hija de Magaly, amiga y vecina de María, recibió una llamada preocupante donde le avisaban que la "señora María" estaba desaparecida. Fue el padre de la joven quien se alertó al ver las llaves dentro de la casa y no tener señales de ella.
Francisca le dijo a su padre que se fijara en la fosa, que tal vez se podía haber caído. Según su relato, "yo le dije al tiro, porque yo sabía que ella andaba tan empecinada con esta fosa, porque de verdad que ya era molesto para ella y andaba enojada con la cuestión. Y yo le dije a mi papá, y mi papá no me escuchó. Pero yo le dije que se fijara en la fosa porque no vaya a ser que se hubiese caído ahí".
Después de unas horas, ella misma se dirigió a la casa de María y vio sus sandalias flotando al interior de la fosa. En ese momento, la trágica noticia ya era un hecho.