La Corte de Apelaciones de Temuco no dio lugar a la orden de no innovar solicitada por el Gobierno de Gabriel Boric para que el machi Celestino Córdova volviera a prisión mientras la Corte Suprema decide sobre la libertad condicional que se le otorgó al único condenado por el Caso Luchsinger Mackay.

El máximo tribunal deberá analizar y decidir sobre la situación de Celestino Córdova, quien fue condenado en 2014 a 18 años de prisión por el incendio con resultado de muerte del matrimonio Luchsinger Mackay en su fundo de Vilcún, y estaba cumpliendo la pena en el Centro de Estudios y Trabajo de la misma ciudad. 

El martes la Corte de Apelaciones de Temuco revocó la decisión de la comisión específica y ordenó tramitar la libertad condicional para Celestino Córdova por considerar que cumplía todos los requisitos legales.

El gobierno ingresó el miércoles una orden de no innovar para evitar la liberación de Córdova y recurrió a la Corte Suprema, sin embargo, el condenado fue liberado durante la tarde noche.

El Ejecutivo hizo todo lo que tenía que hacer. Durante la tramitación de la libertad condicional el Ejecutivo, que es querellante en esta causa, se opuso al otorgamiento de la libertad condicional que fueron los argumentos que acogió la comisión”, aseguró el ministro de Justicia, Luis Cordero.

Celestino Córdova, único condenado por el Caso Luchsinger Mackay

Celestino Córdova está recluido en el Centro de Estudios y Trabajo (CET) de Vilcún y ya había accedido al beneficio de salida dominical en 2022. 

Córdova fue condenado en febrero de 2014 como único responsable del incendio con resultado de muerte en la casa del matrimonio de Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, ocurrido el 4 de enero de 2013. 

Pese a que los abogados de la familia de la víctima habían solicitado cadena perpetua contra Celestino Córdova, el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco decretó 18 años de prisión para el machi. 

Su caso fue polémico y desde el momento mismo de su arresto, a menos de dos kilómetros del lugar, generó protestas por parte de comunidades mapuche. 

Durante su estadía en la cárcel, Celestino Córdova realizó distintas huelgas de hambre como modo de protesta contra el juicio que lo condenó y para, por ejemplo, poder visitar su rewe. 

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