La venta de contenido erótico es parte de la vida de cerca de 50 mil mujeres en nuestro país. Este modelo de negocio es, hoy, común y existen distintas plataformas que ofrecen este servicio. Es tal su popularidad que incluso ha llegado a la cárcel.

Pese a que los celulares están prohibidos en prisión, una investigación de T13 demostró que en Chile, en la Cárcel de San Miguel existe este negocio.

Un mujer que está en prisión preventiva en el recinto penitenciario de la región Metropolitana, de 23 años, ofrecía enviar fotos, videos u sostener conversaciones de índole sexual a cambio de dinero. 

En los chats a los que accedió T13 la propia mujer dice que cobra 15 mil pesos por enviar fotos y videos “sacándose la ropa”. 

Cómo opera el negocio de las plataformas para adultos desde la cárcel

Mediante un audio enviado por la misma plataforma a un cliente, la mujer explica que el teléfono celular que utiliza para hacer su contenido es arrendado y que a ciertas horas lo debe “entregar”.

“Holis. Oye bebé, mira tengo que entregar el celular ahora, pero si quieres mañana a las 9.00 hablamos. Así coordinamos una horita, pido el celular y tengo toda esa horita para ti”, le dijo a un cliente la interna. 

La mujer para acceder al celular se lo arrienda a una de sus compañeras, pagando con una parte de los ingresos que recibe por la venta del contenido. 

La interna, en sus videos, mostraba el lugar, le decía a sus clientes que estaba en la cárcel y les enviaba pruebas de esto.

Cómo recibía el dinero la interna que vendía contenido erótico desde la cárcel

La mujer que está presa por tráfico de drogas, luego de ser detenida en el Aeropuerto de Santiago, intentando ingresar estupefacientes a Chile desde Madrid, le contaba a sus propios clientes cuánto dinero ganaba y cómo podía acceder a él. 

“Es que aquí el sistema es que, ponte tú, si hacen un depósito de 10, tiene que ser 1 11 para que esa persona me pase las 10, ¿entiendes? Entonces yo necesito 12, porque debo 10 lucas y así, si me mandan 11 o 12, me pasan las 10, pero me quedo con una luca”, detalla en un audio.

Según la denuncia a la que tuvo acceso T13, la interna recibe la plata a través de una cuenta que no es suya, sino de una tercera persona. 

Gendarmería identificó la celda de la imputada y allanó las dependencias la semana recién pasada. Allí extrajo 39 teléfonos utilizados sin autorización y otros elementos prohibidos. 

“Esta mujer que tenía esta aplicación, nosotros identificamos a esta mujer, donde estaba recluida; el módulo y el dormitorio, y se dispuso con inmediatez un registro extraordinario. De ese procedimiento operativo surgió toda la incautación; 39 teléfonos celulares y algunos envoltorios de droga”, explicó la subdirectora de Gendarmería María Angélica Aguirre. 

La propia subdirectora explicó que en la cárcel de mujeres de San Miguel no existen los inhibidores de señal, sino que se “utilizan otros métodos para detectar este tipo de ingreso de elementos prohibidos (...) pero la idea a futuro es tener en todos los penales del país estos elementos”.

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