El Juzgado de Garantía de Puerto Montt aplicó nuevamente una medida poco común y efectiva en casos de daño al mobiliario urbano: dos jóvenes que fueron sorprendidos rayando la emblemática escalera Rancagua tuvieron que repintar los muros con dinero de su propio bolsillo.

Según detalla ADN, esta sanción formaba parte de una suspensión condicional del procedimiento, planteada por la Unidad Penal Municipal (UPM). Los implicados llegaron con los implementos necesarios y realizaron la restauración correspondiente.

Eso sí, no se trata de un hecho aislado: es el segundo caso de estas características en la comuna, y es una alternativa que ya se ha ensayado también en otras ciudades del país.

Según explicó el abogado de la UPM, Marcos Emilfork, "quienes ocasionan el daño deben asumir la reparación", en una política que ya había sido aplicada previamente.

La primera vez ocurrió el 6 de junio, cuando otro responsable también fue obligado a pintar la escalera luego de la acción judicial impulsada por el municipio como querellante.

Esta iniciativa responde directamente a una instrucción del alcalde de Puerto Montt, Rodrigo Wainraihgt: "El que causa el daño, lo repara. Queremos preservar los espacios públicos para que sean seguros y accesibles a la comunidad", afirmó el exfiscal regional.

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