La empresa Carlos Herrera, dedicada a la distribución y comercialización de productos de acero, decidió cerrar su sucursal en la comuna de Quinta Normal, a raíz de una seguidilla de actos delictuales de la cual ha sido víctima.
Según recogió Biobío, la gerenta de la empresa, Claudia Herrera, explicó que "a partir de siete meses atrás nos han asaltado dos veces y muy violento. Entra esta gente que piensa que hay mucha plata, se encuentran con que no hay plata necesariamente importante, y terminan asaltando a la gente que trabaja ahí".
En esa línea, acusó que los asaltos han sido "muy violentos y con armas" y que trabajadoras han sufrido el robo de carteras y celulares "con pistola en la cabeza y las obligan a abrir una caja de fondo que no tiene mayor valor".
"No puedo seguir en un sector que el día de mañana, ni Dios lo quiera, vayan a disparar por un celular. El cargo de conciencia para uno sería tremendo", agregó Herrera, hija del creador de la compañía, Carlos Herrera, que inició sus trabajos en 1950.
Respecto a la decisión de cerrar una de las sucursales -que se concretará el 29 de julio-, Claudia Herrera apuntó que "uno tiene que ir reforzando la seguridad, el costo en valor y en gasto aumenta, entonces no es viable. No puedo mantener esto (...) Lo que yo gasto hoy día en seguridad es una brutalidad, es un ítem gasto-empresa importante. Yo tengo que tener guardias de día, de noche, ya no un solo guardia, tener cámaras, tener luz".
"Cerrar un punto de venta, para una empresa a nivel de retail que somos nosotros y con la competencia que tenemos, es muy complicado", añadió, manifestando que "llega un momento que es tanto el miedo, que tú dices prefiero mil veces arriesgar que este cliente se fidelice a través de la web, de otra comuna para ir a comprar, a la posibilidad que disparen dentro de la empresa, a un cliente, a un empleado".