Durante la mañana de este lunes se confirmó la detención de un enfermero acusado de robo de fentanilo al interior de la ex Posta Central, en la región Metropolitana.

Según información preliminar, se trata de un hombre de 27 años, quien trabajaba al interior de la Unidad de Tratamiento Intensivo de dicho recinto asistencial. 

Con respecto al robo de fentanilo, se señaló que el enfermero fue observado sacando una determinada cantidad de la sustancia con una jeringa, para posteriormente ir a un baño a inyectarse parte de la dosis.

El fiscal Felipe Olivari explicó que se trata de "un enfermero de 27 años de nacionalidad chilena que ingresa a uno de los box donde se encontraba un paciente y sustrae, por medio de una jeringa, algunos centímetros cúbicos de fentanilo". 

"Posteriormente, concurre a un baño y todo esto es observado por la jefa de turno de la Unidad de Cuidados Intensivos del mismo lugar. Se decide hacer la denuncia a personal policial, concurre Carabineros y procede a la detención de este enfermero", agregó. 

Este caso se suma a dos ocurridos hace algunas semanas, cuando un ciudadano argentino fue detenido en la frontera intentando ingresar 320 gramos de la sustancia y, en otro, una mujer de 51 años fue detenida en Coronel, región del Biobío, acusada por comercializar fentanilo.

¿Qué es el fentanilo y por qué es peligroso?

El fentanilo pertenece a la familia de los opioides, droga sintética que en medicina se ocupa para aliviar el dolor tras una cirugía. Con la dosis indicada, y bajo supervisión médica, produce efectos favorables en el paciente.

Pero tal como ha ocurrido a lo largo de la historia de los calmantes y medicamentos para combatir el dolor, el fentanilo es el opioide sintético de moda que bandas de narcotraficantes comercializan en Europa y que llegó a nuestro país.

“Cuando los opioides se distribuyen por la sangre y se unen a los receptores en las neuronas cerebrales, las células liberan señales que amortiguan la percepción del dolor y aumentan la sensación de placer”, explica Ricardo González, médico urgenciólogo de Clínica Alemana.

El efecto del fentanilo es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. Una dosis de sólo dos miligramos, que equivalen a entre diez y quince gramos de sal de mesa, se considera letal. 

“Los receptores opioides también son encontrados en las áreas del cerebro que controlan el ritmo de respiración. Dosis altas pueden causar que la respiración se pare completamente, lo que puede llevar a la muerte”, detalló el urgenciólogo experto en toxicología. 

La “droga zombie” de Estados Unidos: ¿Una realidad en Chile?

En paralelo, el comisario Gonzalo Santander, de la Brigada de Investigación de Sustancias Químicas Controladas (BRISUQ) Metropolitana, sostiene que en Chile “los niveles de incautación van aproximadamente un promedio de 100 ampollas al año por la PDI, no más que eso. Comparado con las otras sustancias químicas, o las drogas sintéticas que circulan, es una cantidad menor comparado con principalmente el éxtasis y la ketamina que es lo que más circula en el país”.

“Comparándonos con el ámbito internacional, específicamente con Estados Unidos, donde está muy latente este problema, hay que hacer la diferencia en que existen dos tipos de fentanilo: un fentanilo de producción farmacéutica y un fentanilo de producción ilícita”, expresó sobre el escenario del país norteamericano.

“Ese es el problema que tiene principalmente Estados Unidos en este momento, que ingresa una gran cantidad de fentanilo de producción ilícita, el cual no está dosificado ni está elaborado con las normas de un laboratorio, por lo tanto eso es lo que provoca la gran cantidad de muertes que hay en ese país”, agregó.

Acerca de los mencionados casos detectados recientemente en regiones, el comisario advirtió que “lo que nosotros estimamos es que este fentanilo podría utilizarse para mezclarse con otras drogas, especialmente con ketamina para hacer tusi”.

Sin embargo, reconoció que “todas las incautaciones que llevamos hasta el momento son de ampollas de fentanilo de uso hospitalario”.

“Las últimas incautaciones, en una era una mezcla de fentanilo con otra sustancia, por lo tanto no podemos saber el origen de ese fentanilo, y el de la frontera es necesario verificar la naturaleza de esta sustancia”, añadió.

En Estados Unidos se le conoce como “droga zombie” por la actitud que tienen las personas tras su consumo. En estos casos se trata del opioide mezclado con un fármaco de uso exclusivo para animales. En las calles no se encuentra el fentanilo en estado puro (farmacéutico).

5 advertencias frente a la peligrosidad del fentanilo

Además del panorama nacional, el comisario Gonzalo Santander también comentó las dosis y la peligrosidad del fentanilo.

  • Muy peligrosa: el funcionario de la PDI advirtió que el fentanilo es una sustancia de por sí muy peligrosa, si no se manipula correctamente. “Estamos hablando de que la dosis letal está alrededor de los dos milígramos y el uso farmacéutico, el uso hospitalario, va al nivel de los microgramos”, afirmó.
  • Tomar conciencia: el comisario destacó que “hay que tener mucha conciencia respecto a la sustancia que está manipulando, a la peligrosidad que tiene”.
  • Proporción o dosis: finalmente hizo hincapié en que “si desconoce el origen o la proporción, la dosis que tiene, mejor evitar consumirla”.
  • Daño permanente: desde la Clínica Alemana, en tanto, advierten que el consumo de esta droga puede dañar el cerebro y cuerpo, a veces en forma permanente.
  • Consecuencias sociales: la misma Clínica Alemana sostiene también que este consumo puede tener consecuencias sociales, como la pérdida de relaciones afectivas y vínculos familiares. En caso de adicción, ésta debe ser tratada por los especialistas en salud mental.
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