¿El fin del octubrismo? En Plaza Baquedano, donde se iniciaron las protestas el 18 de octubre de 2019, este jueves se reunieron manifestantes bajo la consigna “No más Carabineros asesinados”. Esta vez las banderas chilenas flameaban entre las personas que desde las 17.30 hrs. empezaron a copar el lugar. Abundaban, también, las pancartas “Exigimos seguridad, ahora”. Si para algunos analistas el fin del octubrismo fue el 4 de septiembre tras el amplio triunfo del rechazo a la propuesta constitucional, ahora la marcha parecía un hito palpable de un país que giró 180 grados: la masiva convocatoria se realizaba en la llamada “Plaza Dignidad”, el lugar donde nació el ícono del perro “mata paco” y se vilipendió a las policías.

  • En la marcha se veían transeúntes enojados e incluso algunos llorando. En ocasiones abrazaban a los carabineros que bloqueaban las calles aledañas a la Alameda. Otros gritaban consignas directas contra Boric. Entre quienes se movilizaron estaba Rodolfo Carter, el alcalde de La Florida que se encumbra como una de las figuras con mayor valoración ciudadana.
  • A las 19.22, tras marchar desde Plaza Baquedano al frontis de La Moneda, los manifestantes pidieron un minuto de silencio. Entre ellos estaba Francisco Muñoz, conocido como “Pancho Malo” del Team Patriota. Estaba acompañado de un grupo que gritaba con megáfono en mano consignas contra el Presidente y algunos integrantes del gabinete. Fue aplaudido por algunos.

Una crisis que asume carácter de Estado. El crimen del cabo Palma terminó de convertir en un cataclismo político la crisis de seguridad que ha tenido contra las cuerdas al gobierno en las últimas tres semanas, durante las cuales han sido asesinados tres miembros de la institución. Su impacto ha sido de tal calibre que se han dado señales de que hay disposición de asumirlo como un problema de Estado.

  • Este jueves, el Presidente convocó a La Moneda los representantes del Poder Judicial, el Poder Legislativo (los presidentes de ambas cámaras) y la Fiscalía Nacional. En la reunión se abordaron la forma de avanzar en conjunto una agenda de seguridad, algo inédito en los 13 meses de Boric en el poder. Los ejes que se conversaron fueron los siguientes: Crear un Ministerio de Seguridad, un paquete de iniciativas para el cuidado de víctimas y sanciones mayores a quienes delinquen contra quienes representan a la autoridad.
  • En paralelo los ex presidentes Lagos, Bachelet y Piñera acudieron al responso del cabo en San Ramón. “Es un tema de la unidad de Chile en torno a un elemento común”, dijo Lagos, en un mensaje muy parecido al que entregó Piñera.
  • Horas antes, en otra señal del cambio en el clima político, el Fiscal Nacional Ángel Valencia anunciaba que se pedirá la prisión preventiva de los extranjeros indocumentados que sean detenidos cometiendo un delito, vale decir, un punto de inflexión en el control de la inmigración irregular en Chile.

El mensaje de Boric a los partidos. Si la muerte del carabinero representa un antes y un después, como dijeron los presidentes del Senado y la Cámara, Boric estará bajo presión para tomar una serie de decisiones políticas que suponen un nivel de desgarro en el gobierno y los partidos que lo sustentan. La principal, que tensionó la tramitación de la Ley Naín-Retamal, pasa por cuadrar a sus 2 coaliciones en torno a una visión común sobre la grave crisis de seguridad que azota al país y el cómo se les pone freno.

  • En su intervención de este jueves, donde dispuso que se inyectarán US$ 1.500 millones a gasto relacionado a la prevención del delito, Boric pidió unidad y habló de trabajar sobre la base de hechos y no palabras. Para algunos, esa línea argumental no resiste la opción de que no cuadre a Apruebo Dignidad, como ocurrió con la legítima defensa privilegiada de las acciones policiales, en la Ley Naín-Retamal.
  • En este contexto, el Presidente se reunió con todos los presidentes de partido del espectro político. Uno de los asistentes señala que pidió una tregua y unidad, lo que supone que no disparen hacia el gobierno.
  • En la reunión se le preguntó la opción de decretar estado de excepción en la RM, como pidieron múltiples actores durante la jornada en que el gobierno se vio bajo una presión inédita, que se tradujo en la rápida promulgación de leyes que protegen a Carabineros. “Por ahora, no”, habría respondido.

Las divisiones oficialistas no cesan. Si este jueves se convirtió en un día de luto para el país, los conflictos entre las 2 almas del gobierno no cesaron. Esta vez, a partir de las críticas de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, a la alcaldesa Irací Hassler, por su gestión en la alcaldía de Santiago, donde ocurrió el crimen del cabo Palma.

  • El tema se abordó durante un encuentro extraordinario del comité político ampliado, realizado a las 16;30 en La Moneda. En la reunión las diferencias no pudieron ser zanjadas.
  • Fuentes oficialistas señalan que la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, manifestó que en materia de seguridad el oficialismo no podía estar dividido, al revés de lo que ocurrió con la votación del proyecto Naín Retamal. Y luego, apuntando a Apruebo Dignidad, dijo que se debía obedecer las instrucciones del comité político.
  • Lautaro Carmona, el secretario general del PC, planteó que su partido respalda al Ejecutivo, pero que hay que tomarse legislaciones de este tipo con mayor calma (aludiendo a la rapidez con la que se despachó la Ley Naín-Retamal). Además, planteó que no se podía estar culpando a los alcaldes de la crisis de seguridad, refiriéndose al enfrentamiento de Vodanovic con Hassler.
  • Vodanovic intervino al final, sosteniendo que sus declaraciones habían sido sacadas de contexto, pero que ella mantenía sus críticas.
  • Al final de la reunión, Vallejo le propuso que llamara a Hassler para explicarle lo que recién había planteado. La presidenta del PS lo hizo, pero la alcaldesa no le contestó. A esas gestiones se sumó después la ministra Jeanette Jara, también del PC, pero no llegaron a puerto.
  • Para algunos, en el trasfondo de las diferencias oficialistas está lo que simboliza la ministra Tohá, que tomó el control político del gobierno, ha ayudado a Boric a moverlo hacia la centroizquierda y desgastó capital político en la tramitación Naín-Retamal, con un FA-PC votando en contra de la legítima defensa privilegiada. Karol Cariola, líder de la generación de recambio del PC, en la que también se ubica Hassler y la ministra Vallejo, entregó un mensaje que no pasó inadvertido en La Moneda: “Intentar responsabilizar a una alcaldesa (Hassler) de la grave situación de seguridad en el país es de un oportunismo político imperdonable. Parece olvidar que la Ministra del Interior es Carolina Tohá y el Subsecretario del Interior, Manuel Monsalve. Llamo a no perderse en la pequeñez”.

El escenario de la oposición. Para algunos es muy difícil que el carácter de Estado se mantenga en vísperas de las elecciones constitucionales del 7 de mayo. A fin de cuentas, hay consenso de que la seguridad es por lejos la mayor prioridad de los chilenos y también la principal debilidad del gobierno, sobre todo cuando no tiene el apoyo decidido en ese de una de sus coaliciones.

  • La oposición, si ya era favorita para las elecciones de constituyentes, ahora tiene un camino más despejado, piensan algunos analistas.
  • El problema es que existe una disputa por la hegemonía en la derecha, donde los republicanos apuestan por una agenda lo más dura posible, amenazando por el flanco derecho a la UDI.
  • La oposición se sumó a los llamados a la unidad que realizó el gobierno, pero sin dejar de golpear a La Moneda. En RN, por ejemplo, pidieron la salida del subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara.
  • “¿Qué credibilidad puede tener el gobierno en anuncios de orden público cuando la encargada de comunicarlos es Camila Vallejo?”, indicó más tarde el diputado de la UDI Guillermo Ramírez.
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