Francisco Albornoz tenía 21 años y era Técnico en Farmacia. El pasado 23 de mayo desapareció, tragedia que lamentablemente terminó con el hallazgo de su cuerpo en el río Tinguiririca, en la región de O’Higgins.
El caso se investiga como un homicidio calificado, y el pasado sábado 7 de junio su familia llegó hasta el Centro de Justicia para presenciar la formalización de los dos imputados: Christian González, médico ecuatoriano de 31 años, y José Miguel (Kai) Baeza, chef chileno de 41.
La Fiscalía entregó antecedentes que permiten descartar una sobredosis como causa de muerte. Según detalló la fiscal Rossana Folli, Francisco sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo encefalocraneano. Además, sostuvo que el crimen no fue accidental, sino que existió una clara intención previa de causar la muerte.
En el marco de toda la indagación, una persona que mantuvo una relación sentimental con el chef, decidió entregar su testimonio en un reportaje emitido en CHV Noticias. En este contextoo, entregó detalles inéditos del comportamiento de Baeza, con quien habría tenido una relación que se extendió por casi un año.
El comportamiento del chef, acusado del crimen de Francisco Albornoz
Consultado sobre cómo define al chef, su expareja señaló que "él es adicto al sexo, al morbo y a las drogas".
En relación a su compartimiendo, expresó que "él exigía y pedía que estuviese muy drogado (...) No estamos hablando ni de ketamina ni de cocaína, estamos hablando de heroína, que es muy fuerte".
Por otra parte, comentó que al chef "le gustaba hacer notar que tenía dinero" y lo describió como "adicto al sexo, al morbo y a las drogas unidas al sexo. Era fiel adicto a la ketamina".
Asimismo, la expareja de Baeza reveló que muchas veces participó en encuentros sexuales con uso de drogas. "Una vez con ketamina tuve una sobredosis y eso es algo que él a mí me enseñó, y me mostró que se hacía. Yo no sabía nada de eso hasta que estuve con él".
"José Miguel siempre era una persona que resolvía, resolvía demasiado, resolvía todo, él siempre tenía una respuesta para todo, una solución para todo, siempre para él todo se podía solucionar sea con plata o con contactos o con amigos, él todo lo hacía ver como si fuera fácil", sostuvo el hombre.
Finalmente, indicó que "esta actitud que yo vi de resolver tan rápido con el cuerpo (de Francisco Albornoz), de quemar el teléfono, de hacer esto, de buscar todo tan rápido es netamente de él, lo veo muy claro en él porque él era así, con muchos aspectos que pasaban acá en el día a día con nosotros".
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