El domingo 27 de abril se cumplió un año del triple homicidio en Cañete, región del Biobío, donde fueron asesinados tres funcionarios de Carabineros.
El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, quien está a cargo del caso de Cañete, conversó con Tele13 Radio y señaló que están cerca de dar por cerrada la investigación.
"Estamos en condiciones, dentro de las próximas semanas, de cerrar la acusación, si es que no surgieran otras líneas de investigaciones a partir de las diligencias que restan por realizar", comenzó señalando.
Asimismo, el fiscal apuntó que considera que los autores del crimen corresponden a las cuatro personas detenidas por el caso: los hermanos Yeferson, Felipe y Tomás Antihuen Santi; y Nicolás Rivas Paillao.
"Va apuntando a la existencia de un grupo mucho más reducido y que nosotros, creo, podemos afirmar que está centrada en las personas que hoy están imputadas, sin perjuicio de que pueda existir una persona más, a lo mejor, que haya prestado un grado de colaboración", complementó.
Asimismo, el fiscal analizó las condiciones en las que efectuaron el crimen en Cañete.
"Existió una preparación, el día no es algo que haya surgido al azar, se preparó, realizarlo en ese lugar. Buscaron un sitio donde pudieran tener absolutamente el control de la acción y ejecutarla en un tiempo muy breve. Ese es otro elemento por el que creemos que la participación es más reducida", señaló.
"Hay un símbolo, el hecho de incendiar el vehículo con el cuerpo de los carabineros en la ruta que une Cañete con Tirúa, en un lugar donde evidentemente iba a ser descubierto en pocos minutos. Era, evidentemente, una manifestación de desafío", agregó.
El fiscal apuntó a que podrían solicitar la máxima pena para los involucrados en el caso, es decir, el presidio perpetuo calificado. "Es una de las posibilidades", sostuvo.