En febrero de 2020, la familia de Bárbara Neira vivió una situación inexplicable en el cementerio municipal de Las Compañías, en La Serena: los restos del abuelo de Bárbara, que iban a ser sepultados junto a su esposa recientemente fallecida, fueron confundidos y reemplazados por los de otra persona.
Lo anterior comenzó cuando Bárbara pidió la reducción de restos de su abuelo para que fueran sepultados con su abuela. Según relató al Diario La Región de Coquimbo, ese día asistió al procedimiento y presenció cómo manipulaban los restos, "vimos cómo echaron los restos a una bolsa, vimos el color y el tamaño".
Sin embargo, al día siguiente cuando iban sepultar a su abuela, antes fueron a buscar los restos de su abuelo, pero se encontraron con una bolsa diferente. "Nos dijeron que esa era la única bolsa en custodia y que había que ponerla no más, porque no podía estar un día más así. Yo me rehusé, porque mi abuela no podía quedar con un extraño", recordó Bárbara.
La familia presentó el caso ante la administración del cementerio, que meses más tarde accedió a realizar una prueba de ADN al hijo del fallecido, lo que confirmó que los restos entregados no correspondían. Desde entonces, no han logrado obtener explicaciones claras.
"No sabemos dónde está mi abuelito hasta el día de hoy", lamentó Bárbara, quien asegura que se trató de una negligencia inaceptable. Aunque la administración ofreció levantar una nueva sepultura en honor al difunto, la familia lo rechazó: "Les dijimos que eso no bastaba. Lo que queremos es encontrar a mi abuelo y que pueda descansar en paz junto a mi abuelita".
Este caso se enmarca dentro de una denuncia formal presentada ante la Municipalidad de La Serena, por presuntos delitos de inhumación y exhumación ilegal, ultraje de cadáver y ultraje de sepultura.
La Fiscalía instruyó diligencias y detectó múltiples anomalías en el manejo del cementerio municipal, lo que refuerza la preocupación por posibles otras víctimas de errores similares. Al menos nueve cuerpos desaparecieron del cementerio, y otros 31 restos humanos permanecen sin identificación hasta hoy.