Un reciente estudio titulado "Estudio Socio Laboral de Artistas Audiovisuales", impulsado por la Fundación Gestionarte de Chileactores y ejecutado por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Finis Terrae, revela una dura realidad que enfrentan los trabajadores de la industria audiovisual en Chile.

La investigación, que encuestó a 1.033 miembros de Chileactores, destaca los principales desafíos laborales que atraviesan actores, actrices, comediantes, bailarines y doblajistas en el país.

Las precarias condiciones laborales de los artistas

Uno de los hallazgos más alarmantes del estudio es que un 68% de los artistas encuestados informó que sus ingresos son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. Además, el 58,2% de los participantes señaló que se ve obligado a tener una actividad secundaria para complementar su salario. Esta situación refleja la precariedad económica de muchos profesionales del sector audiovisual, que a menudo deben recurrir a trabajos adicionales para sobrevivir.

Esperanza Silva, presidenta de Chileactores, subraya la desconexión entre la imagen glamorosa que se asocia a los artistas y la dura realidad que enfrentan día a día: “Es fácil dejarse llevar por la fantasía de la alfombra roja. Nosotros participamos en estos eventos, pero el glamour es solo una ficción. La mitad de nuestros artistas gana menos de $400.000 al mes, lo que está por debajo del sueldo mínimo en Chile”. Esta declaración pone de manifiesto la gran disparidad entre la percepción pública y la realidad social y laboral de los artistas chilenos.

Desigualdad y desprotección social en las tablas

El estudio también aborda las condiciones laborales dentro de la industria audiovisual. Solo un 4% de los artistas encuestados tiene un contrato indefinido, mientras que el 74% trabaja bajo el régimen de honorarios. Además, el 11% se encuentra en la informalidad laboral, sin un contrato formal o cobertura social.

Un dato especialmente preocupante es que el 31% de los artistas no tiene la posibilidad de cotizar en una AFP y solo el 18% lo hace de forma ocasional. Estos datos reflejan una gran inseguridad social y laboral, lo que contribuye a la inestabilidad económica y emocional de los artistas.

El estudio también destaca otro problema crítico: las largas jornadas laborales. Según el informe, la ley 19.889, que regula las jornadas de los trabajadores del cine y la televisión, permite que los artistas trabajen hasta 10 horas diarias y seis días a la semana. Esta situación se agrava al comparar las condiciones de los artistas con las 40 horas semanales que están en proceso de implementación en el país. Esperanza Silva enfatiza que, mientras Chile avanza hacia la reducción de las jornadas laborales en otros sectores, los artistas audiovisuales pueden terminar trabajando hasta 60 horas semanales en condiciones de extrema presión.

El estudio, realizado por el investigador Ismael Tabilo del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Finis Terrae, ofrece una visión clara de la industria audiovisual chilena, marcada por la incertidumbre, bajos salarios y escaso acceso a la seguridad social. Estos problemas estructurales han creado un entorno de trabajo que, según Tabilo, no permite una profesionalización plena de los artistas y pone en evidencia la necesidad urgente de reformas en el sector.

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