Los contagios por COVID-19 en Chile siguen al alza. Hasta este viernes, más de 8 mil casos nuevos se registraron en nuestro país. Si bien los fallecidos se acercan a los 30 mil en total, a la fecha ya van 1.333.631 recuperados.

Y una de las que logró superar este virus fue Rocío Lamich, de 40 años, quien estuvo dos semanas en coma en el Hospital de Antofagasta y tuvo que ser intubada cuatro veces.  

Lamich, oriunda de Buin pero radicada en Calama hace 16 años, contó a LUN que frente al complejo escenario en el estaba, decidió grabarle un video a su hijo de un año y 8 meses, para que la recordara en caso que ella no volviera tras ser intubada. 

Todo comenzó el pasado 2 de abril, cuando su asesora del hogar llegó a trabajar con síntomas de resfrío. A los dos días, ella y su hijo presentaron síntomas y aunque el pequeño solo tuvo fiebre y otros malestares menores, ella comenzó a agravarse.

“Me quedé sola con mi hijo en cuarentena, porque soy mamá soltera. Por suerte, él solo tuvo un poco de fiebre durante dos días y pude amamantarlo. El problema fue que después yo empecé con síntomas más fuertes, como dolor de cabeza, de cuerpo, diarreas y hasta vómitos son sangre. Llamé varias veces a la ambulancia, pero me decían que no podían hacer nada a menos que tuviera dificultad para respirar", contó.

Luego de esto, específicamente el 13 de abril, fue internada y tres días después los médicos del Hospital de Antofagasta le comunicaron que debían intubarla. Fue ahí que el miedo a morir la embargó.

"Llamé a mis hermanos para despedirme y para decirles qué debían hacer con mi hijo, mi casa, mi salón y todos mis bienes en caso de que no despertara . También le dejé videos a mi bebé para que los viera más grande y le mandé muchos audios a mi abogada para que todo quedara en orden", expresó.

"Me puse en modo sobreviviencia. No tenía ganas de llorar, sólo pensar rápido en el futuro de mi hijo. Mi deseo era que mi bebé se quedara a cargo de mi hermano y cuñada. Tuve poco tiempo antes de que me quitaran el celular", detalló.

Tras un largo periodo en coma y las cuatro intubaciones, la cosmetóloga despertó. "Los pronósticos eran malos. Los médicos le dijeron a mi familia que quizás tardaría más de dos años en recuperar el habla, que iba a necesitar una cirugía reconstructiva porque mim laringe y cuerdas vocales estaban laceradas", dijo.

Sobre los videos que grabó, comentó que ha visto algunos y le afectaron mucho. "A mi hijo le decía que recordara siempre que él era un niño inteligente, bondadoso, que le hiciera caso a su abuela y tíos. Básicamente le di consejos para que fuera una buena persona", cerró.

 

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