El geógrafo y académico chileno, Marcelo Lagos, explica que debido a la cuaretena se ha registrado una disminución del ruido sísmico que permite entender de mejor manera los sismos que están "ocultos" bajo las grandes ciudades

Primero, se debe entender como ruido sísmico las vibraciones que produce el ser humano en la corteza terrestre. Es decir, el movimiento que tiene el normal funcionamiento de una ciudad, como por el ejemplo, las vibraciones creadas por los autos, metro, trenes, entre otros. 

Ese movimiento o ruido ha disminuido a raíz del confinamiento ordenado por las autoridades en el marco de la emergencia sanitaria provocada por el avance de la pandemia del coronavirus COVID-19.

Lagos explicó a T13.cl que "esa señal que permanentemente genera ruido donde hay mayor densidad de población se ha atenuado y eso ha permitido tener una mejor sensibilidad para entender el movimiento sísmico que antes estaba oculto".

"Las ciudades tienen un ruido por defecto y dado el confinamiento, ese ruido se ha atenuado y ha permitido entender de mejor manera esta sismicidad que está oculta", señala. 

Lagos detalla que "el hecho que tu sacas al ser humano permite detectar señales mucho más finas de sismicidad natural donde se asientan grandes ciudades como Santiago".

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