La Corte de Apelaciones de Concepción acogió un recurso de protección y ordenó a Julia William, vecina de la comuna de Hualpén, adoptar medidas para impedir que los ladridos de su perro afecten la tranquilidad de una adulta mayor de 91 años, en un caso que ha generado amplio debate en la Región del Bío Bío.
Según lo expuesto ante el tribunal, la mujer mantiene a su mascota en el antejardín de su vivienda y el animal “ladra innecesariamente de forma constante y persistente”. El recurrente señaló que esta situación ha provocado un aumento en la presión arterial de la afectada, quien padece un diagnóstico cardiorrespiratorio, lo que representaría un riesgo para su salud. Por ello, se solicitó que el perro permanezca al interior del domicilio.
No obstante, tras conocerse la resolución judicial, Julia William entregó su versión de los hechos en entrevista con Las Últimas Noticias, asegurando que los ladridos de su perro tendrían un origen distinto y estarían directamente relacionados con el comportamiento de sus vecinos.
De acuerdo con su testimonio, quienes presentaron el recurso serían los mismos que provocan la reacción del animal, Rocko, un schnauzer mediano que vive hace cinco años con su familia.
Julia explica los constantes ladridos de su perro
"Ella ha tenido maltrato con mi perro. Cuando él la ve, claramente él se ve amenazado por ella. Ella usa un dispositivo para ahuyentar perros, con ultrasonido. Es un ahuyentador de perros, que cuando mi perro lo ve se altera más. También tiene una manguera para el lado de mi casa, abre la llave y le tiran agua y le tiran piedras junto con su pareja. Así que agresión total", afirmó.
La mujer sostuvo que se percató de estas agresiones al encontrar piedras en su vivienda. "Porque las encontré y me las han entregado. El caballero, su pareja que tiene unos 70-80 años, le ha tirado piedras. Ella no, porque es de 90 años, pero el caballero sí. He ido a decírselo, que no lo haga, que también puede agredir a mi hijo", relató.
Julia insistió en que su mascota se encuentra en buenas condiciones y que no existe otra causa que explique los ladridos constantes. “Tiene de todo. Sus atenciones al día, tiene sus vacunas al día, es un perro que tiene su veterinario, un perro cuidado, no es un perro que esté descuidado o estresado porque no tiene los cuidados que necesita, no es así. Si esto es única y exclusivamente porque ella es la que agrede a mi perro y el perro reacciona."
Consultada sobre si intentó resolver el conflicto por la vía del diálogo, señaló que no obtuvo una respuesta favorable. “Traté de hablar con ella cuando presentó el recurso, pero no, no escuchó", indicó.
Cabe precisar que la resolución de la Corte de Apelaciones no es aún definitiva. La dueña del perro puede apelar ante la Corte Suprema, trámite para el cual tiene plazo hasta este lunes.