Fuerte ha sido el protagonismo que han cobrado las discusiones entre funcionarios de la atención primaria (APS) y los alcaldes, estos últimos, a cargo de  gestionar los recintos de APS, cuyas limitaciones perjudican a los chilenos afiliados al Fondo Nacional de Salud (Fonasa), que representan a más del 80% de la población.

El contexto del debate, apunta al compromiso del gobierno de subir el per cápita basal destinado para los usuarios y, en materia de edificaciones, a construir 132 Servicios de Atención Primaria de Urgencia (SAR), 100 Centros de Salud Familiar (CESFAM) y 100 Centros Comunitarios de Salud Familiar (CECOF), durante los cuatro años de mandato de Michelle Bachelet.

Desde la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) revelaron en julio de este año, un completo estudio al cual accedió T13.cl, sobre Análisis y Propuestas para el Financiamiento de la salud municipal.

Los datos concluyen que las 272 municipalidades reunidas en esta entidad -o sea, más de un 80% de los municipios del país-, aportan desde sus propios fondos, un promedio de 100 mil millones de pesos anuales para subsanar la "falta de recursos" en estos centros de salud.

Por su parte, los médicos de la APS manifestaron a T13.cl, su preocupación por una supuesta "falta de transparencia" desde los municipios, en cuanto a la gestión estos recintos primarios, donde ejercen sus funciones.

El per cápita ideal: $5.800

El informe de la ACHM, muestra que prácticamente ningún municipio recibe, a través del per cápita basal, un "financiamiento suficiente" o "cercano a la suficiencia" para cumplir con las obligaciones que les impone la Ley.

Asimismo, se observa que en la mitad de los municipios, el financiamiento complementario al per cápita basal es "superior en más de un 70,3% en el caso urbano y en más de un 114,2% en el caso rural", aclaran.

"Una situación de tales características no es recomendable que se intente corregir a través de indexadores o de aportes específicos por fuera del sistema de capitación. Por el contrario, esta situación pone en evidencia la necesidad de revisar en profundidad la metodología de cálculo del per cápita basal y de abordar de manera realista la necesidad de aumentar sustancialmente la base", consideran los expertos.

El Presupuesto para Salud 2015, considera un  monto por beneficiario, cercano a los $4.300. Pero según el este estudio de la ACHM,  el monto ideal es de 5.866 pesos.

"Si llegamos a esa meta, los municipios no tendríamos que agregar 100 mil millones desde nuestros propio fondos, porque el Estado cubriría esta necesidad sanitaria en un 100%. El acuerdo con el Ministerio de Salud, es que para 2018 alcancemos ese per cápita ideal. El problema, es que en tres años más, las necesidades irán en aumento y los casi 6 mil pesos, se harán poco para financiar el escenario", explicó a T13.cl el alcalde de la Granja, quien preside la Comisión Técnica de Salud de la ACHM, Felipe Delpín.

A modo de ejemplo, para 2014 La Granja consideró más de 100 millones de pesos extras para poder subsanar la demanda APS. “Por suerte, no hemos necesitado gastarlos aún”, agregó Delpín.

La problemática, revela un escenario discriminatorio para las comunas con menos recursos: “Otros proyectos se ven retrasados y desfavorecidos, porque como la salud es una prioridad, no tenemos chance y los recursos deben desviarse hacia allá. Entonces, muchas veces no se pueden resolver otras demandas de la población”, analizó Delpín.

Desmunicipalización y "falta de Transparencia"

En Chile, un 90% de los centros de atención primaria son municipalizados.

Para el secretario técnico de la Agrupación Nacional de Médicos de Atención Primaria, Camilo Bass, explicó a T13.cl, que "el modelo considera una base ideológica fundamentada para la privatización de los servicios, que se creó en dictadura".

Bass apuntó a que una solución a la problemática, podría ser seleccionar y desmunicipalizar los centros de salud "menos eficientes" por ejemplo, "disminuyendo la carga administrativa que tienen las direcciones de salud".

Para el experto, en 30 años los municipios "no han resuelto las demandas sanitarias en APS".
“Seguimos con lo mismo: El Estado no entrega suficientes fondos, no son transparentes en la utilización de las platas y  se justifican en cumplir con un servicio,  mientras la gente se sigue muriendo”, analizó Bass.

Faltan 2500 médicos

La demanda real en APS, revela que los consultorios idealmente deberían atender a 20 mil afiliados, contando con un médico para cada 2 mil usuarios.

Sin embargo, en Chile la tendencia es que estos recintos atiendan a 50 mil o más personas y que cuenten -en promedio- con un médico por cada 4 mil inscritos.

Camilo Bass y Felipe Delpín coinciden en un eje de la discusión: La fuga de médicos al sector privado es evidente.

"A la APS chilena le falta un modelo robusto, cuya discusión deja de ser monetaria. Lo que necesitamos son profesionales estables en el tiempo, equipos de salud que conozcan a su población, que la mantengan lo más sana posible y prevengan las enfermedades de nuevas generaciones. Esto sería un uso eficiente de los recursos. Que valoremos el perfil de un “médico familiar” que lleva el control de sus pacientes", aclaró Bass.

El experto apunta a que además en Chile, las agendas de los facultativos no las gestionan ellos mismos, si no la administración municipal, en consecuencia, no existe un trato constante entre médicos y pacientes, generando una piedra de tope más a la problemática.

Según el informe de la ACHM, la APS requiere hoy de 2.500 facultativos más para entregar un servicio eficiente a su población.

"Contratar médicos no es el problema, lo que no logramos es retenerlos en los consultorios", aclaró Delpín.

La rotación de facultativos en el sistema es considerada “alta”, tanto para los alcaldes, como para los mismos profesionales.

A esto se suma, que sólo un 5% de los médicos que egresan anualmente de las escuelas de medicina a lo largo del país, se mantienen trabajando en centros de atención primaria, donde por lo general trabajan cercas de 70 horas semanales –mínimo 44- y ganan en promedio 1 millón 200 mil pesos.

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