"Perplejo". Así quedó el fiscal de Alta Complejidad de La Araucanía, Felipe González, al recibir las conclusiones del informe del Ministerio Público tras realizar una serie de pericias a las evidencias proporcionadas por Carabineros a los teléfonos de los ocho imputados de la "Operación Huracán", quienes -según la policía uniformada- habían compartido una serie de mensajes a través de WhatsApp y Telegram para coordinar ataques incendiarios en el sur del país. 

Según relató durante la audiencia en que se discute la petición de cierre de la causa, "las conclusiones de ese informe (de fiscalía) daban cuenta de que los archivos txt no eran las formas en que la mensajería se guardaba en los teléfonos, y además el formato en que se encontraban ellos no correspondía al formato que contaba con elementos básicos, timestamp, etcétera".

Es ahí donde el fiscal relata que ocurrió "una situación bastante particular".

González detalló que en el teléfono de uno de los imputados, Martín Curiche Curiqueo, se detectaron situaciones "extrañas". 

Los peritajes de carabineros decían que se habían obtenido de Telegram, pero había teléfonos que no tenían Telegram. ¿cómo se explica esta situación?
Fiscal González

"Resulta que el personal especializado al revisar las imágenes forenses se encuentra cuatro archivos en formato txt que son iguales, contienen lo mismo. Y donde se encuentran almacenados: en cuatro carpetas diferentes, tanto en Facebook, WhatsApp y Telegram. Cuatro conversaciones iguales, ¿en distintos destinos? Esa situación me resultó bastante extraña", afirmó. 

Una situación que para el fiscal resultó "irregular, a lo menos". Fue así que realizó un informe contándole al fiscal regional y señalándole "la irregularidad respecto de contenido de las imágenes forenses levantadas por Carabineros, que contaban con elementos que no eran lo que correspondía al almacenamiento de parte de mensajería electrónica, y que además en uno de los teléfonos había cuatro archivos de la misma naturaleza en carpetas distintas". 

"Eso da cuenta, eventualmente, de la instalación de mensajería al interior de los teléfonos", sentenció. 

Fue así que denunció eventuales delitos. Tras ello, el fiscal regional Cristián Paredes decidió la apertura una investigación sobre el posible delito de obstrucción a la investigación. "El principio de objetivad nos obligaba a hacerlo", remarcó. 

Tras ello, se pidió revisar qué información contenida estaba al interior de los mensajes y se encargó buscar si había aplicaciones de mensajería instalada en ellos. 

Ahí llegó una nueva sorpresa. 

"El informe llega a conclusiones similares: la mensajería no corresponde al formato de los archivos, no es la forma en cómo se almacenan las comunicaciones en los teléfonos y en particular señala que algunos de ellos ni siquiera tienen las aplicaciones instaladas", sentenció el fiscal. 

De acuerdo a González, "los peritajes de Carabineros decían que se habían obtenido de Telegram, pero había teléfonos que no tenían Telegram. ¿Cómo se explica esta situación?

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