El padre de una joven chilena que fue deportada de Estados Unidos acusó malos tratos en contra de los connacionales.

La madrugada de este viernes 23 de mayo se concretó la llegada de 45 chilenos y chilenas deportados desde el país norteamericano.

Ante este escenario, familiares, amigos y cercanos de las personas deportadas se concertaron en el Aeropuerto de Santiago para esperar a sus seres queridos, de los cuales no se tenía mucha información. De hecho, algunos de ellos se encontraban hace años retenidos en centros migratorios del país del norte.

Al momento de la llegada, algunos buscaban a sus familiares y salían del lugar, mientras que otros conversaron con los medios de comunicación presentes para entregar sus descargos por lo vivido con el departamento de migración de Estados Unidos.

Uno de los nacionales explicó ante los medios al llegar a Chile que "no me dejaron ver a mi familia, mis hijos son americanos, no me dejaron despedirme de mi señora, me robaron mi dinero, mi maleta, todo. Yo estaba haciendo cosas ilegales, no le miento, pero yo no hacía daño... Pero nos trataron como unos perros".

Padre relató el indigno trato que recibió su hija antes de ser deportada

David Gallardo, padre de Natalia, una de las 45 personas chilenas que arribaron esta madrugada a Santiago en un vuelo de deportados desde Estados Unidos, acusó malos tratos en contra de los chilenos.

Sobre su hija que fue deportada, se mantenía en el país norteamericano sin haber regularizado su permanencia, dijo que fue detenida el 27 de abril en Colorado Springs, cuando agentes de la DEA realizaron una redada contra integrantes del Tren de Aragua en una discotheque. 

En conversación con el matinal de CHV, expresó que Natalia, de 30 años, "llegó en un estado deplorable. Tuvo la mala suerte de toparse con todo esto y vivir una pesadilla"

Gallardo dijo que su hija perdió muchos kilos y quedó con "un daño psicológico tremendo, siendo una ciudadana ejemplar, pagando todos sus tags al día, sin récord de delincuencia, sin una multa, como el caso de varios chilenos que volvieron anoche que estaban en la misma situación”.

En relación a cómo ocurrió la detención y lo que vivió Natalia, Guillermo señaló que "yo estuve en ese local allá, yo estuve, yo pagué mi entrada, eran 25 dólares, con guardia armado, con detector de metal, un local que estaba en una avenida principal en Colorado Springs".

Y añadió: "Mi hija tuvo la mala suerte de pasar justo por ese local y se topó con eso, y empezó un calvario, no tuvimos información desde el 27 de abril, nos dirigimos al consulado, pero la respuesta que nos dio fue no tener los medios, los recursos para viajar a Colorado a ayudar a los chilenos que estaban detenidos".

"La información que tuvimos nosotros desde ese primer momento fue porque mi hija se comunicó con un activista de derechos humanos que se contactó con la prensa, no recuerdo bien el canal, si fue CNN allá en Estados Unidos", expresó.

Y concluyó: "Lo que ella nos contó a nosotros, en lo poco que pudimos comunicarnos, fue que en esa fiesta llegó la DEA con ICE y reventaron con bombas lacrimógenas, gas pimienta, los botaron al suelo, a mi hija la apuntaron con dos fusiles de guerra en la cabeza, en el suelo, las llevaron en una van, las subieron, las llevaron encadenadas, engrilladas, chicas que se hicieron de todo por los nervios y no les prestaron la ayuda, fue un trato indigno".

Publicidad