Una investigación de Reportajes T13 constató un imparable aumento de extranjeros en la cárcel Santiago 1, lo que, según Gendarmería, ha provocado un aumento de la violencia en el recinto debido a las nuevas prácticas que han instaurado los inmigrantes en nuestro país.

El trabajo de Canal 13 da cuenta, entre otras cosas, de las nuevas medidas que se han debido aplicar. Y es que, si en 2020 se identificaban 370 bandas criminales distintas, hoy los privados de libertad pertenecerían a una de las 1.282 diferentes agrupaciones. Es decir, estos grupos se han más que triplicado en Chile en apenas tres años.

A nivel nacional, el 20,7% de los imputados son extranjeros: 1.297 venezolanos, 1.155 colombianos, 914 bolivianos, 361 peruanos y 99 dominicanos.

¿Cuáles son las medidas de Gendarmería para combatir la violencia en las cárceles?

El coronel Luis González, inspector operativo de Gendarmería, detalló distintas indicaciones. Principalmente, se divide a los internos por nacionalidad y peligrosidad.

“Gendarmería tiene una clasificación de bandas, que lleva los registros de las bandas criminales que ingresan a los penales [...] Cuáles eran la categoría que tenían los integrantes que ingresaron en prisión preventiva dentro de la organización. Ahí se toma la decisión de poder trasladar a unidades con mayor nivel de seguridad”, expuso el coronel.

En los patios comunes de Santiago 1, que ya se encuentra sobrepoblada con casi 5 mil internos en un recinto con capacidad originalmente para 4 mil personas, conviven los sujetos de “menor rango” de las organizaciones. Es aquí donde más violencia se puede ver.

“La persona que es más violenta, que le gusta mostrar pistola, amenazar, mostrarse en redes sociales, son las personas que ocupan las capas más bajas dentro de las organizaciones criminales”, explicó el coronel González.

“Y generalmente los líderes son personas de muy bajo perfil, que son las que organizan y entre comillas administran estas organizaciones criminales y tratan de pasar desapercibidos”, agregó. 

En los últimos años se han masificado las prácticas de extorsión y torturas dentro de los mismos detenidos, para pedir a sus familias compensaciones económicas. 

"Empiezan a aparecer estos videos en redes sociales donde internos extorsionan a otros internos a objeto de poder pedir un 'rescate' a los familiares. Las agresiones y extorsiones entre internos es un delito que llegó con estas personas de origen extranjero al interior de las cárceles en Chile", expone el coronel. 

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