El ministro de la Corte Suprema, Carlos Aránguiz, rechazó la solicitud de extradición del empresario chileno Carlos Cardoen presentada por la justicia de Estados Unidos. 

En la investigación se vincula al empresario con la exportación ilegal de circonio, un material utilizado para la fabricación de bombas racimo que llegó a manos de Irak.

Actualmente Cardoen posee empresas en distintos rubros con firmas como Almacruz, con una viña, hoteles y museos; Enor (soluciones energéticas); New Tech Agro (agrícola); New Tech Copper (minería); MetRan (metalurgia). 

Desde 1993 pesaba sobre Cardoen una orden de detención internacional emitida por Estados Unidos que le ha impedido salir de Chile.

Washington acusa al empresario chileno de pasar "por alto los controles de exportación" para importar circonio a Chile entre los años 1982 y 1989, el que utilizó en la fabricación de bombas de racimo que vendió al régimen de Saddam Hussein hasta 1991.

Según Estados Unidos, Cardoen —que residía en esa época en ese país pero tenía su fábrica de municiones en el norte de Chile— logró fabricar 24.000 bombas de racimo que vendió por un valor de 150 millones de dólares a los iraquíes.

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