En octubre del año 2021 llegó a Canal 13 una denuncia que no podía ser tomada a la ligera. Niños en riesgo por pornografía infantil se volvieron una prioridad para el equipo de investigación de Reportajes Tele13.

Tras reunirse con el denunciante en una plaza de Rancagua, en la región de O’Higgins, el sujeto –cuya identidad fue reservada– entregó acceso a siete grupos de mensajería, en los que al menos 300 usuarios distribuían o recibían pornografía infantil.

No hablamos de la Deep Web, a pesar de que el grupo de WhatsApp se llamaba “Deep Web 2.X”, sino que de Facebook, Telegram y justamente WhatsApp. Pedófilos que no necesitan conocerse para compartir sus atrocidades. Están en distintas partes del mundo y con sólo un acceso a internet pueden dar por satisfecha su brutalidad. Y sí, dentro de estos grupos hay chilenos.

Al menos cinco usuarios de este grupo utilizaron números móviles asociados a nuestro país para distribuir o recibir material pornográfico infantil, antecedentes entregados a las autoridades hace siete meses.

Operación Despertar

La National Center for Missing & Exploited Children (NCMEC), ONG dependiente del Congreso de Estados Unidos, es la organización que cuenta con la mayor base de datos a nivel mundial relacionada con este tipo de delitos y sus cifras son alarmantes.

Durante el 2021 recibieron más de 29 millones 300 mil denuncias, un tercio más que el año que marcó el inicio de la pandemia, un lamentable récord histórico nunca antes visto.

“Esto está pasando en todos los países del mundo, no es que ocurra en un país en particular”, advierten desde la NCMEC.

Según su reporte, en 2021 se compartieron en internet 39,9 millones de fotos y 44,1 millones de videos de niños siendo víctimas de algún tipo de abuso sexual.

Uno de sus informes llegó hasta la Fiscalía Nacional, adjuntando un perfil de Facebook, un correo electrónico, un número de teléfono y una dirección IP. Desde Chile se estaba almacenando, distribuyendo y probablemente produciendo material pornográfico infantil.

Esto desencadenó la Operación Despertar, en donde Carabineros realizó allanamientos masivos en diez regiones del país, resultando seis personas detenidas. Además, la investigación logró determinar que se trataba de una red pornografía infantil internacional; con participación en México, El Salvador, Colombia, Brasil, Bolivia, Perú, Argentina, España, Italia, Marruecos, Argelia, Pakistán y Chile. 

Compartían contenido a través de WhatsApp, con 11 administradores y al menos 32 usuarios eran ciudadanos chilenos. Según explicó la teniente Javiera García, del departamento del OS9 de Carabineros, el material no se solicita de forma explícita, sino que a través de códigos.

La ley que penaliza este tipo de delitos fue modificada por última vez hace ya diez años y el mundo bastante ha cambiado en una década. 

Patricia Muñoz, defensora de los Derechos de la Niñez, lamenta que “no es un tema prioritario aún. No lo ha sido y esperamos que eso cambie y ojalá se entienda que este es un delito que, insisto, reviste particular gravedad, que consideramos no sólo involucra la difusión de ese material, sino que también para que ese material exista y se difunda ha habido agresiones sexuales de por medio en contra de niños”.

Al cierre del Reportaje de Teletrece, las denuncias presentadas hace siete meses ante las autoridades correspondientes, tras los antecedentes proporcionados por un denunciante en Rancagua, continuaban bajo investigación.

El delito de pornografía infantil en Chile tiene una pena que va desde los 541 díaas hasta 3 años de cárcel. Sin antecedentes, lo mas probable es que quien sea encontrado culpable de ello no pase un día tras las rejas.

En Chile, la receptación de un auto robado es mas grave que tener fotos o videos de niños siendo víctimas de abuso sexual.

Reportajes T13: Pornografía infantil, nuevas redes en Chile
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