En enero pasado, la Rectoría de la Universidad de Chile solicitó a un comité académico examinar y pronunciarse sobre la pertinencia ética y formativa de la tesis de Magíster “Pedófilos e Infantes, pliegues y repliegues del deseo” y del informe de Seminario de Título “El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo”, realizadas en el marco de los procesos de graduación y titulación de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

Recientemente, el Comité Informante sobre Pertinencia Ética y Formativa entregó el informe a la Rectora, Rosa Devés, quien puso a disposición de la comunidad -a través de sus canales informativos- el documento que constata que las investigaciones no fueron consistentes con su modelo educativo. 

En el documento recomiendan de manera unánime “implementar celosamente la aplicación de las políticas y disposiciones vigentes sobre el desarrollo de tesis de postgrado y trabajos de titulación de pregrado, en cuanto a que todo trabajo académico, independiente de su naturaleza, y especialmente aquellos que abordan temáticas sensibles para la sociedad, esté sujeto a la evaluación y observación de instancias académicas colegiadas tales como comités académicos, evaluación de profesores(as) informantes y, eventualmente, comités de ética”.

Por otra parte, las y los académicos del Comité sostienen que “el hecho de que los trabajos en cuestión omiten o desperfilan información, posturas, preocupaciones y teorías contrarias a aquellas que los textos propician, debilita la necesaria pertinencia formativa y ética de un trabajo académico. En efecto, la construcción argumentativa parcial es impropia del pensamiento académico-crítico y, tratándose más aún de un tema de especial sensibilidad en la sociedad, no contribuye a la formación de graduados con compromiso ético, responsabilidad social y ciudadana, como consagra el Modelo Educativo de la Universidad de Chile”. 

Además, en el texto señalan que “la Universidad de Chile no censura temas o posturas, ni dificulta la evolución del pensamiento y las ideas. Por el contrario, se espera que los agentes intelectuales discutan principios y valores de manera permanente, especialmente desde una Universidad laica, pluralista e inclusiva como la Universidad de Chile”.

Así, indican que “la libertad de pensamiento y de expresión antes referida en los estatutos de la Universidad, debe estar acompañada de la deliberación, discusión y contraste de ideas. Es así como una exigencia fundamental del pensamiento crítico de la academia es la de considerar toda la información disponible y actualizada en relación con el asunto que se investiga o reflexiona, y sobre esa base, hacerse cargo de las posturas adversas”. Y, añaden que “esta necesaria actitud reflexiva, dialogante y crítica en el ejercicio de las tareas intelectuales, forman parte de los principios orientadores que guían a la Universidad en el cumplimiento de su misión”. 

Respecto de los trabajos cuestionados, se plantea que “si bien hay referencias generales de los aspectos discutibles de la pedofilia, los textos en análisis no incorporan la evidencia contrapuesta a las posturas que defienden”. 

Al mismo tiempo, el informe indica que en los textos analizados “no se consideran los derechos del niño consignados en la Convención sobre los Derechos del Niño (1990) como tampoco los conceptos de la indemnidad de los infantes, desarrollo e integridad sexual de los menores, ni de la autonomía progresiva”.  

Es importante señalar que, a la entrega del informe emanado desde este Comité, se agrega el sumario administrativo que se encuentra actualmente en curso.

Desde la casa de estudios señalaron que continuarán trabajando activamente en la generación de diversos espacios de reflexión y análisis de su quehacer al interior de la comunidad universitaria, siempre manteniendo su compromiso con la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes.

 

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