Un impactante reportaje de T13 reveló este viernes cómo una aplicación poco conocida se ha convertido en la favorita del crimen organizado en distintos países de América Latina. No se trata de WhatsApp, Telegram ni Signal, sino de Zangi, una app que promete mensajería cifrada y comunicación anónima, pero que hoy está en el centro de múltiples investigaciones policiales.
La aplicación ha aparecido en diversos casos de alto impacto, desde bandas de secuestradores que operaban en Estación Central, hasta investigaciones relacionadas con el Tren de Aragua y un triple homicidio ocurrido en Buenos Aires.
De acuerdo con la Fiscalía, Zangi utiliza un sistema de cifrado de extremo a extremo que permite comunicaciones privadas imposibles de rastrear, lo que la ha convertido en una herramienta clave para coordinar delitos graves.
El reportaje de T13 reveló incluso que algunos crímenes fueron transmitidos en vivo a través de la aplicación. En Argentina, tres jóvenes fueron asesinadas en un hecho que habría sido ordenado por un narcotraficante que las acusaba de robo de drogas. El brutal crimen, según la investigación, fue coordinado y emitido en tiempo real para más de 40 miembros de una organización criminal.
Cómo funciona Zangi: la app preferida por el crimen organizado
Según explicó Ignacio Castillo, director de Crimen Organizado de la Fiscalía, esta herramienta combina mensajería instantánea, llamadas y envío de archivos con funciones avanzadas de privacidad. “Básicamente lo que hay es un sistema de mensajería para poder hacer llamadas encriptadamente, es decir, con un sistema básicamente de protección de información de extremo a extremo. Y además también, otros sistemas de mensajería con mecanismos de autoeliminación de la información”, señaló el fiscal.
En Chile, las autoridades también han identificado el uso de Zangi en organizaciones dedicadas al secuestro y la extorsión. Uno de los líderes de una banda en Estación Central instruyó a sus cómplices:
“Viejo, descárgate la aplicación de Zangi, toda la comunicación ahora será por allí”, ordenó, según los registros de la investigación.
Asimismo, el Tren de Aragua y sus facciones la utilizan para planificar asesinatos y operaciones ilícitas. Pericias presentadas por T13 evidencian que uno de los miembros de la organización ordenó a un subordinado “misionar”, término que se usa como código para ejecutar homicidios, e insistió en dejar de usar canales tradicionales como WhatsApp o Instagram para mover toda la comunicación a Zangi.
Aunque Zangi se promociona como una aplicación desarrollada en Silicon Valley, su origen es armenio. La plataforma ofrece mensajería, llamadas, grupos y envío de archivos con seguridad reforzada, destacando su anonimato y privacidad absoluta frente a alternativas como Telegram o Signal.
La compañía detrás del servicio, Secret Phone Inc., fue contactada por el equipo de T13, pero prefirió no emitir comentarios respecto al uso de su aplicación por parte de redes criminales.
Anonimato total: Una promesa difícil de cumplir
Aunque Sangi promete anonimato total y se acerca bastante, es una promesa difícil de cumplir por completo, así lo confirma César Soto, experto en ciberseguridad "Dreamlab", quien advierte que la aplicación tiene sus puntos débiles en términos del rastreo.
“Tiene suscripción, entonces tú puedes activar nuevos módulos en Sangi, que sale como una corona y usarlos si es que te suscribes a algo premium de Sanji, como a la versión Premium, pero tienes que pagar y esa paga está ligada a una tarjeta y esa tarjeta es una cuenta y esa cuenta es rastreable” explicó.
Si bien la aplicación ofrece anonimato entre usuarios, tiene consigo una serie de elementos que permiten conocer la identidad de quién la utiliza. “Puede ser una cuenta temporal por ejemplo y descargar la aplicación, pero aun así está ligada a una cuenta y esa cuenta temporal se creó en algún momento en algún equipo y digamos esto tiene historia si ese correo electrónico se creó, hay una huella digital, un rastro digital” asegura Soto.
Óscar Rojas, consultor digital subrayó la importancia actual de los teléfonos celulares para obtener pruebas de delitos "En los años 80' era la huella digital, en los 90' era la sangre en los 2000 fue el CCTV en el 2010 esas es bodycam, hoy en día los teléfonos son la mayor fuente de evidencia digital, el ADN digital” explicó