La moneda china, el yuan, está rozando un tipo de cambio de 7 frente al dólar estadounidense, un nivel que no se había visto desde la crisis financiera mundial de 2008.

Los mercados monitorean de cerca los movimientos del yuan sobre todo porque esta divisa es un elemento crítico en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en que China mantiene bajo el yuan injustamente para impulsar sus exportaciones.

Pekín niega que eso sea cierto y que lo que trata de hacer es mantenerlo estable.

¿Quién tiene razón?

Tendencia a la baja

Lo primero que hay que recordar es que la moneda china no funciona como otras que se intercambian libremente.

El banco central chino establece un punto de referencia todos los días y esta cifra orienta a los mercados sobre la tendencia que se espera que siga el yuan.

A fines de este mes de octubre, estaba cayendo a 7, es decir, ya se podían comprar casi siete yuanes con un dólar estadounidense (el jueves el tipo de cambio estaba a 6,97).

Y aunque en 2017 ya había experimentado una fuerte caída con la llegada de Trump al poder, la última vez que un dólar estadounidense se cambió por 7 yuanes fue en 2008, durante la crisis financiera mundial.

Ahora nos estamos acercando a ese nivel de nuevo.

Esta tasa es una buena señal de la trayectoria que está tomando el yuan: hacia abajo.

Según varios analistas, entre ellos Julian Evans-Pritchard, de la consultora Capital Economics, la moneda china "estará bajo presión en los próximos meses" y es probable que alcance el valor de 7 yuanes por dólar.

Aquí te explicamos algunas de las razones.

China frena, Estados Unidos crece

La debilidad del yuan se debe en parte a la fortaleza del dólar, que se explica por la confianza en la economía de EE.UU. y el hecho de que la Reserva Federal estadounidense ha ido subiendo las tasas de interés gradualmente.

Pero también es porque la economía china se está desacelerando.

Creció un 6,5% en el tercer trimestre de 2018, la tasa más lenta desde 2009.

Según Capital Economics, esta diferencia en la suerte económica de los dos países llevará a una "divergencia en la política monetaria", lo que suele provocar movimientos en el tipo de cambio controlado de China.

Guerra comercial

Las preocupaciones sobre la guerra comercial con EE.UU. que afecta a la economía de China también están empujando a la moneda a la baja.

De hecho, la moneda cayó bruscamente después de que Trump aumentara la presión contra China hace unos meses.

Los comentarios de funcionarios estadounidenses sobre cómo el tipo de cambio de China debe abordarse como parte de la guerra comercial también imponen presión sobre el yuan.

Pero hay una ironía.

Un yuan más débil puede ayudar a impulsar el crecimiento de China al hacer que sus exportaciones sean más atractivas para el resto del mundo.

Pero si Pekín permite que el yuan siga debilitándose, se arriesga a provocar la ira de Trump y a que se intensifique la guerra comercial.

Se espera que el mandatario estadounidense y el presidente Xi se reúnan en noviembre para intentar resolver el conflicto, pero cualquier otra debilidad en el yuan podría descarrilar las conversaciones y empeorar las cosas para China.

Aún así, los analistas dicen que las autoridades en Pekín no tienen más remedio que dejar que el yuan siga debilitándose, especialmente si Trump cumple con su promesa de imponer aranceles en todas las exportaciones de China.

Si esto sucede, el crecimiento en China podría ralentizarse aún más, amenazando la estabilidad política y económica del país.

Eso es algo que el gobierno de China quiere evitar a toda costa.

 

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