Hay un indicador económico que ha anticipado las últimas siete recesiones en Estados Unidos: la Curva de Yield invertida.

Esta curva refleja la diferencia entre las tasas de interés a corto y largo plazo.

En el mercado financiero, se refiere específicamente a las tasas de interés de los bonos del Estado, es decir, la deuda que emite un país.

Si la curva sube, no pasa nada. Significa que las cosas van bien y la economía crece.

Eso sucede cuando las tasas a corto plazo son más bajas que las de largo.

Pero cuando la curva se invierte durante un periodo de tiempo determinado, algunos economistas lo ven como una poderosa señal de que se aproxima una recesión.

Acaba de suceder

Eso es exactamente lo que está ocurriendo ahora en Estados Unidos: la mayor economía del mundo cumplió a fines de junio tres meses con la curva invertida.

Es decir, las tasas de interés a corto plazo fueron más altas que las de largo plazo durante al menos un trimestre.

Y la evidencia dice que en las últimas 7 recesiones, la curva se invirtió durante al menos tres meses antes de que llegaran una contracción, según las investigaciones realizadas por Campbell Harvey, profesor de la Universidad de Duke.

En 1986 Campbell publicó un conocido estudio en el que vinculaba la inversión de la curva con las recesiones.

Para elaborarlo investigó contracciones económicas ocurridas entre las décadas de los 60 y los 80, y su teoría se expandió rápidamente en los ambientes académicos.

En las tres recesiones que siguieron después de su investigación, nuevamente la curva se invirtió antes de que cada una de ellas ocurriera.

Fue el pasado 30 de junio el día en que la Curva de Yield marcó una inversión de tres meses, generando nuevamente incertidumbre sobre el futuro de la mayor economía del planeta.

¿Una señal infalible?

Con todo, algunos analistas no ven claro que se aproxime una recesión.

Y es que el desempleo en EE.UU. está en mínimos históricos, Wall Street está en máximos y la economía crece pujante.

Pese a ello, otros expertos plantean que, si la guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa y los conflictos geopolíticos a gran escala generan demasiada incertidumbre, los mercados comenzarán a dar señales más claras de que el pesimismo está ganando terreno entre los inversores.

La cuestión es que, pese a que durante tres meses la Curva de Yield ha estado invertida, aún la bolsa mantiene en calma.

Habrá que ver si se trata de la calma antes de la tormenta.

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