Los dos accidentes protagonizados por los 737 MAX en los últimos meses han provocado toda una crisis en la empresa estadounidense Boeing, que este miércoles intentó poner un cortafuegos al problema y anunció la suspensión de sus objetivos financieros anuales tras subir una baja del 13,2 por ciento en los ingresos del primer trimestre.

A través de un comunicado, el gigante de la aviación informó que el beneficio neto llegó a los 2.149 millones de dólares, en comparación con los 2.477 millones de 2017, y que el volumen de negocios llegó a los 22.900 millones de dólares, una baja del 1,98 por ciento en comparación con el período anterior. La firma agregó que las previsiones financieras para 2019 no reflejaban el impacto de los accidentes sufridos por los 737 MAX, cuya flota fue dejada en tierra.

Por ello, ante la incertidumbre sobre cuándo podrán volver a operar los aviones de ese modelo, las previsiones serán anunciadas en otro momento del año, cuando el panorama para la firma sea más claro. De cualquier modo, la firma estimó que la inmovilización de la flota inicialmente tendrá un impacto de unos 1.000 millones de dólares para la compañía, aunque muchos analistas estiman que la factura final podría elevarse a miles de millones de dólares.

Quieren recuperar la confianza

Esto, debido a que los 1.000 millones iniciales estimados por Boeing no incluye ni las eventuales indemnizaciones a aerolíneas que debieron anular vuelos programados del 737 MAX ni los posibles pagos que Boeing podría verse forzado a hacer a las familias de las víctimas. "Estamos centrados en la seguridad, en que los 737 MAX vuelvan operar y en ganarnos y en volver a ganarnos la confianza de los clientes, los reguladores y los pasajeros", dijo el director ejecutivo de la compañía, Dennis Muilenburg.

Los ingresos trimestrales de la empresa también cayeron un 2 por ciento, de los 23.382 millones de dólares registrados entre enero y marzo de 2018 hasta los 22.917 millones del mismo periodo de 2019. Además, el beneficio neto por acción entre enero y marzo pasados fue de 3,75 dólares, un 10 por ciento menos que los 4,15 dólares que obtuvo en los tres primeros meses del año anterior.

Recordemos que Boeing se enfrenta a esta crisis luego de que dos de sus aviones se accidentaran. El primero fue en octubre de 2018, cuando un vuelo de Lion Air cayó a tierra, dejando 189 fallecidos. En marzo de este año, otro 737 MAX se estrelló, esta vez de Ethiopian Airlines, dejando 157 muertos. En ambos casos, la empresa reconoció que falló el sistema de navegación de los aparatos.

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