La ralentización de la economía china contrasta con el auge económico de países del sudeste asiático, afirma el BM. Pekín contrae su economía a fin de hacer frente al endeudamiento público, afirma reporte.

El Banco Mundial (BM) prevé que China, segunda economía mundial, crezca un 6,7 % en 2016 y un 6,5 % en 2017, lo que conducirá a una ralentización del crecimiento en los países en desarrollo de Asia Oriental de un 6,3 % este año y un 6,2 % en los dos siguientes.

En un informe presentado hoy en Pekín, el BM proyecta una continuidad en la desaceleración económica del gigante asiático en los próximos ejercicios, frente al crecimiento del 6,9 % que registró en 2015, dentro de lo que define como "un desplazamiento gradual a un crecimiento más lento y más sostenible".

Para el conjunto del Asia Oriental en desarrollo (una categoría que excluye a Japón e India), el crecimiento también tiende a la baja, puesto que el año pasado fue de un 6,5 %, aunque la previsión para 2016 de la institución presidida por Jim Yong Kim se mantiene sin cambios respecto a la adelantada en octubre.

El informe atribuye este pronóstico de ralentización al menor crecimiento registrado en China, de largo la mayor economía regional, que contrasta con el repunte económico que se prevé que llegue a los países del Sudeste asiático.

Después de registrar fuertes salidas de capitales a lo largo de 2015, el BM espera que China continúe con la puesta en marcha de reformas que permitan consolidar su transición económica hacia un modelo más orientado a la demanda doméstica.

Buscando una menor deuda

La institución con sede en Washington cree que Pekín tomará medidas para contener el aumento de la deuda de las administraciones locales y reducir los excesos de capacidad de la industria pesada, lo que, a su juicio, causará moderaciones en los aumentos de la inversión y la producción industrial.

"Es un momento en el que las economías de la región necesitan políticas que reduzcan los riesgos. Para China, eso implica principalmente reducir el endeudamiento", señaló el economista jefe para Asia Oriental y el Pacífico del BM, Sudhir Shetty, en una rueda de prensa por videoconferencia.

En general, los países en desarrollo de Asia Oriental afrontan cada vez más riesgos y deberían dar prioridad a las políticas monetarias y fiscales para reducir su vulnerabilidad, al tiempo que implementan reformas estructurales, recomienda el BM en su informe.

Shetty también recalcó que los gobiernos de la región, en general, tienen que ser más transparentes y reducir las barreras al comercio.

El trabajo de la entidad que preside Jim Yong Kim subraya la "resistencia" de las economías asiáticas en desarrollo en un entorno cada vez más desafiante por las mermas en el crecimiento de Estados Unidos y Japón y las dificultades de los productores de materias primas como Brasil y Rusia.

Sin contar a China, los países en desarrollo de Asia Oriental crecieron un 4,7 % en 2015 y el BM pronostica que se expandirán un 4,8 % en 2016 y un 4,9 % en 2017-2018 por la fortaleza del Sudeste asiático, donde destacan Filipinas y Vietnam, ambos con previsiones superiores al 6 % este año.

Según los cálculos del Banco Mundial, Indonesia, otra de las grandes economías regionales, crecerá un 5,1 % en 2016 y un 5,3 % 2017, a la espera de los resultados de las recientes reformas y de un programa de inversiones públicas calificado como "ambicioso".

El informe del BM contempla previsiones y recomendaciones sobre 26 países y territorios en desarrollo de Asia Oriental y las islas del Pacífico y se elaboró con los datos disponibles hasta el 31 de marzo.

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