La disputa que se vive en la industria cervecera -luego de que, en marzo, la multinacional belga AB InVev acusara a CCU de vulnerar un acuerdo de 2008 y generar exclusividades de venta con algunos establecimientos comerciales- tendrá un vuelco.

La Fiscalía Nacional Económica (FNE) se sumó a las acusaciones e ingresó un requerimiento contra la firma ligada al Grupo Luksic y Heineken, apuntándola por violar ese mismo avenimiento de 2008.

“La requerida, en sus relaciones con los establecimientos comerciales que venden cerveza para ser consumida en los mismos, ejecutó hechos, actos o convenciones que, de facto, generaron exclusividades de venta, restringieron o entorpecieron la venta y/o exhibición de cerveza, o produjeron iguales o similares efectos”, dijo.

La FNE pidió una multa a beneficio fiscal ascendente a 6.700 Unidades Tributarias Anuales (UTA), lo que equivale a unos US$ 5,8 millones.

“El presente requerimiento tiene por objeto no sólo que se sancione a la Requerida por haber infringido el DL 211, sino que también resguardar la libre competencia en la comercialización de cervezas, particularmente en el canal de consumo inmediato compuesto principalmente por bares, pubs y restaurantes, por medio de las medidas solicitadas y en el ejercicio de las atribuciones que el legislador le ha conferido a la FNE para velar permanentemente por la libre competencia en los mercados”, dijo en el escrito de 32 páginas.

La institución agregó que la acción legal, además, tiene como objeto resguardar la libre competencia en la comercialización de cervezas, particularmente en el canal de consumo inmediato: bares, pubs y restaurantes.

Así, aparte de la multa, se solicitó que se ordene a CCU perfeccionar su programa de cumplimiento del avenimiento de 2008; enviar a algunos establecimientos una comunicación informando la posibilidad de vender cervezas de terceros y designar un supervisor imparcial e independiente, que responderá a la FNE, entre otros.

Las investigaciones

En su requerimiento, la entidad dirigida por Jorge Grunberg reveló que ya había recibido otras denuncias en contra de CCU. En 2016, un productor de cerveza artesanal había realizado acusaciones similares, pero la FNE no encontró pruebas.

En abril de 2019, la Fiscalía recibió otra denuncia junto con la que “se aportaron a la investigación una serie de antecedentes no conocidos con anterioridad”.

Y en febrero de 2022, se presentó una nueva denuncia en contra la cervecera por potenciales infracciones a la libre competencia relativas a conductas exclusorias en la comercialización de cervezas en el formato schop para el canal de consumo inmediato.

La FNE conversó con una serie de clientes de la compañía de bebestibles. En esas conversaciones, los encuestados cuentan que la firma entregaba máquinas schoperas y refrigeradores con la condición de “trabajar en exclusiva su marca”; que no podían traer otras cervezas por un acuerdo o alianza comercial; y que CCU les entregaba financiamiento.

Un productor artesanal señaló que las grandes cervecerías le pasan “plata en efectivo a esos locales para que ellos vendan su cerveza y ojalá solo su cerveza (…), a veces está por escrito, yo lo he visto; y cuando no está por escrito, está hablado con los dueños de los restaurantes. Eso hace muy difícil para una empresa chica poder entrar”.

Con esto, la FNE apuntó a que “existe evidencia clara y concluyente que revela que CCU incumplió los términos del Avenimiento”, restringiendo la venta de otras marca e incluso prohibiendo la inclusión de competidores en las cartas menú de algunos locales. Además, la acusó de realizar la conducta con “sigilo y precaución” aparentando un cumplimiento que no era real.

En una declaración, CCU indicó que aún no han sido notificados, pero que “de todas formas, como compañía queremos reiterar que en nuestra gestión siempre hemos promovido y respetado la libre competencia en todas las categorías y mercados en las que participamos”.

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