En el gobierno cuestionan el timing. Que justamente en medio de la discusión sobre el retiro de los fondos de pensiones de las AFP y el anuncio de nuevos cambios al sistema, las administradoras hayan llamado a Alejandro Charme, el asesor legal de la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, su mano derecha en materia previsional, para que se hiciera cargo del gremio. La oferta se concretó el viernes pasado y en pocos días el directorio de las AFP, presidido por Pedro Atria, cabeza de Cuprum, aprobó su nombre.   

“Una falta de criterio de las AFP en el momento actual. Es no entender nada”, reclaman en Palacio, mientras los dardos llegan desde distintos frentes, sobre todo cuando en el portal de transparencia activa del gobierno, Charme aparece como asesor en la elaboración de programas, políticas y planes correspondientes al ámbito de la previsión social y encargado de perfeccionar la operación del sistema previsional en su conjunto, apoyando al Ministerio del Trabajo en la formulación legislativa de la reforma previsional del sistema de pensiones.

Que de pronto, y en plena contingencia el abogado de la Universidad Católica y ex fiscal de la Superintendencia de pensiones, cruce la vereda, para convertirse en gerente general de las administradoras, en reemplazo de Fernando Larraín, es leído por expertos como “un ejemplo de puerta giratoria flagrante impresentable”, dice un abogado que conoce de materias relacionadas a conflictos de interés, toda vez que conoce al dedillo el contenido de la reforma actual, y lo que el Ejecutivo estaría dispuesto a ceder o negociar. Sobre todo ahora que el presidente Sebastián Piñera ha puesto como materia fundamental a discutir el cómo mejorar el sistema, y las paupérrimas pensiones de un número importantísimo de chilenos. Y ha prometido anuncios en las próximas semanas. 

En medio de la crisis institucional que vive La Moneda, su comité político, y los partidos del oficialismo, el tema aún se mantiene como una polémica solapada. Sin embargo, hay varios parlamentarios que esperan ponerlo en el tapete más temprano que tarde. De hecho, el debate de lo poco pertinente del traslado de un cargo a otro, lo comenzó el mismo día de la sesión del retiro de fondos previsionales, el miércoles pasado, el diputado Marcelo Díaz, cuando intentó explayarse en lo impresentable que le parecía el nuevo nombramiento.

Lo que pocos se explican es como el gobierno no logró anticipar -o detener- un nuevo ingrediente a un conflicto que escala por día, y tampoco entienden como el propio Charme no fue capaz de entender que el cambio iba a generar ruido.

“Para mí el tema es complicado, obviamente no me gusta que se vaya uno de mis asesores, pero no tengo posibilidad de retenerlo”, dice la ministra María José Zaldívar, quien insiste que Charme es un técnico, gran conocedor de la regulación de las AFP, quien ha trabajado en el sector público buena parte de su vida, y que se vio enfrentado a una oportunidad que no pudo dejar pasar.    

Con todo, hay suspicacia de por qué las administradoras decidieron llamar a Charme justo en este momento, considerando que Larraín anunció que dejaba su cargo para irse como consultor del Banco Mundial, hace ya varias semanas. Si bien, el abogado ya presentó su renuncia al ministerio del Trabajo, y en el gobierno saben cuál es su destino, en la asociación de AFP curiosamente afirman que el tema no está cerrado y que el proceso de selección sigue en curso. 

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