Bloomberg

“Prevemos que habrá un déficit de cobre en los próximos meses, lo que derivará en un aumento de precios”, escribieron analistas como Max Layton y Jeff Currie de Goldman Sachs en un informe recibido el miércoles.

Los precios han subido más de 25% en el último año luego que se recuperara la demanda y los inversores anticiparan un mayor gasto en infraestructura y una reducción de impuestos del presidente Donald Trump.

El factor China

"Si bien existen temores sobre una mayor restricción monetaria en China, los cambios han sido leves y se dan en el contexto de un auge del crédito", dijeron los analistas de Goldman.

Asimismo y según el banco, la aceleración de la demanda por parte de sectores de la vieja economía, que requieren un uso intensivo de metales, debido a un fuerte crecimiento del crédito contribuirá a producir una escasez en el mercado cuprífero.

Barclays Plc y UBS Group AG concordaron con la visión de Goldman y señalaron que es probable que interrupciones de suministro este año deriven en precios más elevados.

La situación de las cupríferas

Por otro lado, las perspectivas de interrupciones en el suministro de Escondida en Chile y de Grasberg en Indonesia aumentan el potencial de mayores precios.

Los trabajadores de Escondida anunciaron para el jueves el inicio de una huelga por tiempo indefinido luego que las conversaciones con BHP Billiton no condujeran a un acuerdo tras semanas de negociaciones colectivas.

En Indonesia, se frenaron las exportaciones de la mina de Freeport McMoRan Inc. en la provincia de Papúa mientras la compañía negocia con el gobierno los términos bajo los cuales opera en el país.

Freeport podría comenzar a reducir su producción si persiste la prohibición de envíos de concentrados de cobre. “Contamos con un espacio limitado de almacenamiento y tendríamos que tomar medidas no más allá de mediados de febrero, dijo el máximo responsable de la empresa, Richard Adkerson, en una conferencia telefónica el mes pasado.

Las proyecciones de los analistas

Barclays proyecta un superávit de 39.000 toneladas para este año, pese a que el que un 5% de la producción primaria a nivel mundial, de 20.700 millones de toneladas, se perdería por paralizaciones.

Una interrupción en Escondida restaría alrededor de 24.000 toneladas semanales, lo que podría generar un déficit en el mercado, dijo el banco la semana pasada.

UBS prevé un aumento en las interrupciones de suministro en 2017 respecto del año pasado y pronostica que los precios promediarán US$6.600 la tonelada, según Daniel Morgan, analista con sede en Sídney.

Por otro lado, Citigroup estima una escasez global de 59.000 toneladas para este año.

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