El presidente del Banco Central, Mario Marcel, advirtió importantes y preocupantes efectos en la economía chilena en caso de avanzarse hacia un eventual cuarto retiro de los fondos de pensiones.
En la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputadas y Diputados, Marcel manifestó que los retiros de ahorros previsionales han provocado cambios estructurales en la economía del país, afirmando que "tal ajuste consiste en el debilitamiento sistemático del mercado de capitales de largo plazo en moneda nacional. Este mercado es fundamental para el financiamiento del Fisco, para el crédito hipotecario y las inversiones en infraestructura".
Por lo mismo, apuntó que de avanzarse en un cuarto retiro de las AFP se registrarían mayores costos y menores plazos de financiamiento, mayor dependencia del capital extranjero y mayor exposición al riesgo cambiario y mayores riesgos para la estabilidad financiera, afectando al Gobierno, empresas y la ciudadanía en general.
Sobre estos puntos, insistió que la exención de impuestos por los retiros de fondos de pensiones podría superar los 5 mil millones de dólares con un cuarto retiro, beneficiando directamente al 20% más rico de la población.
"Al combinarse lo anterior con su impacto inflacionario sobre los grupos de menores ingresos y el deterioro de las pensiones por vaciamiento de los fondos, la sucesión de retiros se convertiría en la política pública más regresiva en muchas décadas", alertó.
"Estos efectos económicos, que constituían sólo un riesgo de largo plazo en el primer retiro, se acrecientan y se vuelven más inminentes de cara a un cuarto retiro", advirtió.
Y respecto a las presiones inflacionarias, Mario Marcel indicó que un cuarto retiro del 10% seguiría incrementando el alza del costo de la vida y la tasa de interés de largo plazo; mientras que ante un retiro del 100% de los fondos, los efectos son difíciles de cuantificar, aunque reconoció graves consecuencias para el país.
Por lo mismo, catalogó los proyectos de amenazantes para la recuperación de la economía afectada por la pandemia del coronavirus, apuntando a un "recalentamiento" de la economía, mayor inflación y desajustes financieros.