No me parece procedente una apertura a tontas y a locas”, sentenció hoy el ministro de Economía Lucas Palacios en radio Pauta. Una declaración tajante, que causó total sorpresa entre los distintos actores del comercio, que desde que bajaron el telón producto del Coronavirus han estado en una fluida comunicación con el Ejecutivo para ver fórmulas que faciliten su retorno a la actividad.  

La semana pasada fue activa en ese sentido, porque recalcan en el sector, distintas autoridades, incluido el Ministerio de Economía, instaron al comercio para que volviera a funcionar, evitando así un shock mayor en la economía, y sobre todo una mayor afectación en el empleo. En ese contexto surgió el instructivo que impulsó la Cámara de Comercio para viabilizar la reapertura de centros comerciales, locales y restaurantes, que luego fue respaldado con otro documento elaborado desde la cartera que lidera Palacios.  

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Las críticas de alcaldes oficialistas como Joaquín Lavín y Evelyn Matthei -que en privado, dicen en el sector, empujaban “el camino a la normalidad”, y en público, en cambio, se niegan a que se reabran las puertas- tensionó aún más las cosas, sobre todo después de la apertura del Mall de Quilpué, que aunque no pertenece a la cámara que reúne a los grandes centros comerciales, fue muy criticada, al punto que el centro comercial decidió volver a cerrar las puertas a partir de mañana. 

El tema es delicado, considerando que volver a operar ocurriría justo cuando en Chile el número de contagios llegue a su peak, por lo mismo en el sector consideran que debe imperar un consenso amplio antes de volver a pensar en una apertura.

“Nosotros como centros comerciales dado que no hay impedimento legal de abrir, el llamado es a la prudencia de hacer una reapertura flexible, gradual, donde lo más importante sea la salud de los trabajadores y sus locatarios, y dar alivio a pequeños comerciantes que están dentro de los centros comerciales”, explica Katia Trusish, cabeza del gremio, cuya intención es reunirse además con la Asociación de Municipalidades para encontrar un camino conjunto para el itinerario que viene, evitando así que las autoridades se desmarquen de decisiones acordadas por razones políticas. 

La negociación con los locatarios

El protocolo que presentó el comercio el jueves pasado y que fue avalado esa misma noche por el Ejecutivo ha generado ruido en el mundo público, pero también entre los dueños de los centros comerciales que no tienen una misma postura. Varios de ellos están a la espera de lo que decidan los más grandes, para decretar los pasos a seguir.

El primero en dar una señal fue el propio Horst Paulmann, dueño de Cencosud, quien anunció que no considera apropiado concretar la apertura de sus grandes tiendas. Quienes lo conocen de cerca, aseguran que el empresario tiene 88 años y “está asustado por la actual contingencia, y prefiere ser precavido que osado, para no exponerse él ni menos a sus trabajadores, sobre todo porque en los supermercados él tiene el control de la limpieza, cosa que se diluye en los centros comerciales donde ese rol queda en manos de las tiendas”. Aunque otros reconocen también un tema estratégico de por medio. “Para él tener cerrado los centros comerciales lo equipara con sus competidores, pero él saca una ventaja: que Jumbo se ha posicionado por estos días y eso le genera réditos a todo su conglomerado”, señalan en privado fuentes del sector.

El problema es aún más complejo, porque no todos los locatarios de los centros comerciales quieren reabrir. Básicamente, porque varios de ellos saben que en la crisis actual, no muchas personas decidirán salir a comprar, por lo que “sacando la calculadora” no son pocos los que señalan que les conviene seguir cerrados, porque si abren un día, “eso implica que deben pagar arriendos, entonces no todos están convencidos”, explica Manuel Melero, cabeza de la Cámara Nacional de Comercio. 

Algo que es distinto en cada caso porque. Por ejemplo, en Casa Costanera, un mall al aire libre, con locales más pequeñas y sin tiendas anclas, son los propios locatarios los que han presionado para reabrir las puertas, porque si no dicen “están condenados a morir”, por lo que incluso han pensado abrir para compras online y un “vitrineo más acotado”.

Estos días serán claves para los centros comerciales porque desde hoy negocian con los locatarios, quienes proyectan que abrirán las puertas sólo con un 20% de ellos, que se irán sumando en la medida que ven con sus propios ojos, que el flujo comienza a recuperarse. ¿La condición de por medio? que hayan rebajas en los pagos de arriendo respecto a la gente que entra y sale de los malls, algo a lo que indican habría voluntad para concretarlo. 

Esto será parte de las conversaciones que sostendrá el ministro Palacios con las cabezas del comercio, este jueves en la tarde, en donde ambos actores pretenden encontrar una guía común para dar solución a un tema que se entrampó durante los últimos días y que genera anticuerpos. En La Moneda, por lo pronto, aseguran disponer de la persona que será encargada de fiscalizar que las reglas y normas que se establecieron para una futura apertura se cumplan, de modo de contener posibles contagios. 

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