“Un gigantesco paso”. Así definió el 23 de enero de 2012 el entonces Presidente Sebastián Piñera la promulgación de la ley que regulaba el funcionamiento de la inscripción automática y el voto voluntario. Una norma que materializaba una reforma constitucional aprobada tres años antes durante la primera administración de Michelle Bachelet.

La baja participación en las primarias municipales de este 19 de junio –donde votaron 282.506 personas dentro de un universo de 5.607.812- reactivó en el mundo político el debate sobre la necesidad de reponer el voto obligatorio. Una propuesta que a juicio del ex ministro de la Segpres Cristián Larroulet da cuenta de una mirada “simplista” y de “corto plazo”.

En entrevista con T13, el encargado de tramitar el proyecto que permitió implementar la entrada en vigencia de la inscripción automática y el voto voluntario defiende la norma y pide valorar las primarias como “ejercicio democrático” donde son los ciudadanos y no las cúpulas partidarias quienes definen a los candidatos. 

-A sólo horas de iniciada la votación de las primarias surgieron voces del mundo político pidiendo discutir la idea de volver al voto obligatorio. ¿Qué les responde?

"Primero, estos cambios institucionales que son cambios importantes tienen que ser mucho más meditados y analizados. Hay que recordar que cambio constitucional fue en el gobierno de la Presidenta Bachelet, y el cambio específico y la ley que lo permitió fue en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Y eso es producto de un acuerdo político bastante amplio. 

Es un error el buscar reponer el voto obligatorio: es la típica reacción simplista, de corto plazo.
Cristián Larroulet

Mi opinión es que el voto voluntario es muy favorable para Chile, y es favorable por variadas razones: la primera, porque consagra una libertad que tienen los chilenos de concurrir o no a votar. La segunda razón es porque contribuye a perfeccionar y generar confianza en la política, que es el principal elemento que afecta a las instituciones políticas chilenas. Hoy vivimos en un país en donde el ciudadano está más informado, es más educado y quiere participar más. Por lo tanto cuando hay voto voluntario el candidato tiene que acercarse al ciudadano para convencerlo de sus propuestas y de que lo vaya a apoyar yendo a la votación. El voto voluntario es un instrumento que ayuda a perfeccionar la confianza en los actores políticos. La tercera razón es que por algo en las democracias modernas y consolidadas el 75% de los países tiene voto  voluntario, eso es algo que nos debe llamar a reflexionar en el caso de Chile. 

Esos son algunos elementos que me llevan a mí a decir que es un error el buscar reponer el voto obligatorio: es la típica reacción simplista, de corto plazo. Por lo tanto, yo soy contrario a que se legisle en el sentido de que haya voto obligatorio".

Siempre es ideal tener más participación, pero para el hecho que esta es primera vez que hay estas primarias formales no me parecen mal los números de 282 mil personas
Cristián Larroulet

- ¿A qué atribuye este constante interés de sectores políticos de reponer la obligatoriedad del sufragio?

"Me parece un debate legítimo, pero no se ha analizado con la suficiente profundidad la diferencia entre un voto obligatorio y un voto voluntario. Soy partidario de que los chilenos puedan tener libertad y me parece que sería un grave problema y además sería mal visto por la ciudadanía chilena: significaría una nueva mirada de desconfianza hacia la política, hacia los partidos políticos, hacia el Congreso nacional. 

No ayuda a la confianza cambiar de opinión sin darse un tiempo suficiente para analizarlo".

282 mil votantes: “No me parece mal el número”

En momentos donde el debate político ha estado enfocado en la baja participación, Larroulet es enfático en valorar “el acto republicano, democrático, que hemos vivido: Es la primera vez que hay primarias formales para elegir alcaldes en Chile y esto es muy  positivo para represtigiar la política y los partidos políticos y los gobiernos locales”.

“Eso no ha ocurrido antes en Chile, antes siempre se decidían estas materias de una manera mucho menos participativa, mucho menos transparente”, agrega. 

En cuanto a las cifras de participación, pide mirarlas desde otra perspectiva. 

-Si uno calcula la cantidad de gente que fue a votar respecto del número total de habilitados para hacerlo, esto corresponde a un 5% del total ¿Cuál es su balance sobre la convocatoria a estas primarias? 

"Respecto a la participación considero que siempre es ideal tener más participación, pero para el hecho que esta es primera vez que hay estas primarias formales no me parecen mal los números de 282 mil personas que hayan ido a emitir su preferencia.

Hay que pensar que hoy día hay aproximadamente 870 mil personas militantes de partidos políticos, lo cual nos permite hacer una comparación más exacta que la de las personas que son mayores de 18 años y que estaban habilitadas para votar. Eso significa un 32% de los que son militantes. Y representan aproximadamente un 27% de los que fueron a votar en la última elección municipal. Estamos hablando de que hubo casi un tercio de la población de militantes de partidos que participaron, que estuvieron manifestándose hoy día y casi un tercio de los que fueron a votar en las zonas correspondientes en la última elección municipal. Para tener una referencia, en países como EE.UU los rangos de participación (en primarias) están en torno a 11%, a 25%. Y Estados Unidos es un país que tiene una tradición de primarias de un siglo. 

Esta es la primera elección con primarias formales, con Servel, con todas las restricciones que tenemos. Ahora, esto no quiere decir que no se pueda perfeccionar. Hay una serie de formalidades que podrían alivianarse para aumentar la participación, pero yo lo que quiero hacer es valorar el significado democrático que significó este hecho.

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