La abogada y ex ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, habló —por primera vez— sobre su salida del Gobierno y sobre la filtración de un audio donde ella y su equipo hablaban del embajador de Argentina en Chile.

En entrevista con El País, Urrejola reconoció que no esperaba su salida del gabinete. “Yo recibí constantemente el respaldo del Presidente y no imaginé que saldría, a pesar de que también estaba consciente de que estaba debilitada por el episodio del audio”, afirmó.

Sobre su trabajo en Cancillería, Urrejola señaló tener “sabores contradictorios. Por una parte, tengo la satisfacción de haber contribuido decididamente a la mejora y actualización de la política exterior de Chile. La agenda y los acentos estratégicos en Relaciones Exteriores instalados desde el inicio del Gobierno del Presidente Boric, hoy siguen siendo los mismos”. 

“Elegimos el camino de la defensa frontal de la democracia y los derechos humanos como una forma de promover los intereses de Chile en el actual contexto mundial, particularmente frente a los desafíos que enfrentamos. Trabajamos hacia el interior de Cancillería no sólo en la agenda interna de la política feminista, sino en lo que implicó un relevo generacional que, sin duda, era necesario. Pero, por otra parte, nunca imaginé que iba a tener tanta resistencia”.

En ese sentido, Urrejola agregó que “era una dicotomía salir al extranjero y ver el reconocimiento de Chile y al propio Presidente Boric —no solo en la región, sino en Europa—, y regresar al país y recibir tanta crítica gratuita e infundada. La resistencia que sufrí en Chile sobrepasó todos los límites. Entiendo el debate y las críticas políticas, pero eso se transformó en críticas personales, acoso, inventos a través de la prensa”.

“Operó en mi contra un grupo de interés”

Con respecto a las críticas que recibió por estar de vacaciones durante los incendios forestales que ocurrieron en la zona centro sur del país, la ex canciller recordó que “fui portada de periódicos por ser la canciller que estaba de vacaciones, cuando el trabajo que me correspondía como ministra de Relaciones Exteriores era llamar a mis pares para coordinar la ayuda internacional, lo que se puede hacer desde cualquier lugar del mundo”. 

“Por lo demás, yo había tomado la decisión de volver antes del escándalo por la prensa. Pero todo este episodio me hizo comprender que operó en mi contra un grupo de interés empecinado en hacerme la vida imposible. Esa es la verdad”, agregó.

Consultada sobre quienes formaban parte de dicho grupo, afirmó que “es una mezcla de factores. Por una parte, siempre en la Cancillería hay grupos que no están contentos con el canciller de turno. Es normal”.

Con respecto a la filtración del audio de una reunión de su equipo, contó que “el episodio fue doloroso en términos personales —por la periodista de Cancillería que lo envió— y porque la circulación de ese audio no solo generó daño a las personas nombradas, sino a las que estaban presentes en la reunión, varios de ellos funcionarios de carrera”. 

“Hasta el día de hoy yo me pregunto: ¿Si yo hubiera sido un hombre y hubiese salido un audio de una conversación privada no autorizada que se divulgó por error a la prensa, la reacción hubiera sido la misma, donde el debate se centró en el tono de la conversación filtrada?”, pregunta.

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