El pasado 11 de julio, el Gobierno de Gabriel Boric, a través del Ministerio de Hacienda, anunció un nuevo Bono de Invierno, un beneficio que apoyará a más de 7,5 millones de personas.

A través de una carta a El Mercurio, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, comentó los efectos económicos y políticos frente a la iniciativa del gobierno, que además forma parte de una ampliación del plan Chile Apoya.

El economista señalo, "en la presentación del proyecto se explicó que este bono se entregaría en anticipación a un tercer trimestre del año que se prevé más difícil para muchos hogares producto de la mayor inflación (...) En otras palabras, se está tratando de actuar oportunamente frente a un período previsiblemente adverso".

En el texto, Marcel recordó que el bono invierno corresponde a una transferencia de $120.000 por persona de Asignación Familiar. Se estima un total de 7.550.000 beneficiarios, con un costo fiscal aproximado de US$1.000 millones.

"Los US$ 1.000 millones de costo equivale a sólo un 0,3% del PIB anual, a un 2% del conjunto de recursos que fluyeron a los hogares anteriormente (IFE universales y retiros de fondos de pensiones), y a menos de un 30% del costo del IFE universal de un solo mes de 2021", añadió

Por las dudas sobre la posible inflación que causaría el beneficio, el ministro aclaró que "la pregunta es atingente, pues la economía pasa por un momento de gran sensibilidad, dada la acumulación de presiones inflacionarias —algunas de demanda— que han elevado la inflación a 12,5% anual en junio. Aún así, para evaluar el impacto de esta medida debemos considerar su magnitud", aseguró.

Sobre el apoyo que tiene el proyecto Marcel señaló, "la propuesta de Bono de Invierno Chile Apoya fue aprobada por la unanimidad de dipotadas y diputados el miércoles pasado. Tomamos dicho apoyo como un reconocimiento a que una gestión fiscal rigurosa no es incompatible con acudir en apoyo de los hogares más necesitados".

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