“Vamos a esperar que se saquen la foto celebrando y después negociamos”. Así ilustraban algunos parlamentarios oficialistas el ambiente que se dio este jueves en el Senado en medio de la votación del proyecto de ley de tercer retiro anticipado del 10% de los fondos de pensiones.

Mientras en la sala de la Cámara Alta los senadores daban discursos -en lo que fue un encendido debate- sobre una iniciativa que, a esas alturas, era evidente que se aprobaría de manera amplia, en los pasillos se intentaba tramar un plan paralelo que lograra poner sobre la mesa medidas contundentes para ayudar social y económicamente a las familias, en medio de la crisis por el coronavirus.

La noche anterior los llamados habían sido varios. Incluso, dicen en Chile Vamos, del propio Presidente Sebastián Piñera, que buscaba aún -a contrarreloj- un camino para frenar el tercer retiro de fondos y contener la crisis política. Su principal preocupación, sostienen en Chile Vamos, seguía siendo que la medida no prosperara en el Congreso por cuarta, quinta o incluso por sexta vez.

Sobre la mesa, en ese momento, ya estaba la idea de una reforma tributaria que incluyera eliminación de exenciones. Idea que más tarde siguió resonando entre Santiago y Valparaíso.

Cerca de las nueve de la mañana, surgía, además, otra alternativa en RN: que, de aquí al lunes, el gobierno presentara un proyecto de tercer retiro paralelo, repitiendo el esquema del segundo retiro. Pero esa idea, durante el día, no voló ni en la UDI ni en Evópoli. Tampoco convencía en Palacio justamente porque esta fórmula no aseguraba que los retiros no continúen. RN sostenía que el malestar social debía ser atajado; que si este viernes se despacha el proyecto en su tercer trámite, la ley no podrá ser promulgada, pues cuenta la traba del trámite en el Tribunal Constitucional (TC).

Lo único claro durante la mañana, cuando comenzaba la discusión en la Sala, es que al menos seis senadores oficialistas se alinearían tras el proyecto. Los UDI Iván Moreira y David Sandoval lo confirmaban a los medios de comunicación que a esa hora salían en vivo por la radio y la televisión.

“¿Y dónde están los ministros?”, decían mientras los senadores opositores que no se demoraron en criticar públicamente esa ausencia. Fue antes del mediodía, en todo caso, que Juan José Ossa (Segpres) y Rodrigo Cerda (Hacienda) llegaron a Valparaíso y respondieron preguntas de la prensa apostada en el hall del Senado. “Es innegable que hemos participado de todo este trámite”, se defendía el titular de la Segpres.

Las conversaciones luego se intensificaron entre RN y los ministros. El presidente de ese partido, Rafael Prohens -quien también debía estar presente en el debate en Sala-, le planteó directamente a Ossa y Cerda que presenten un proyecto paralelo de tercer retiro, misma iniciativa que luego fue solicitada formalmente por la directiva a través de una misiva al propio mandatario.

La incertidumbre, en ese sentido, crecía en medio de la tramitación. “¿Presentaría o no el gobierno en esa jornada un proyecto paralelo?”, esa era la duda. En la UDI y Evópoli lo desestimaban.

Lo urgente: explorar una reforma tributaria

En paralelo, la idea de que la reforma tributaria se comience a gestar una vez superado el trámite del tercer retiro, en ese sentido, se empezó a tomar incluso el debate en la Sala. “Espero que pronto puedan materializar encuentros entre el Ejecutivo y el Legislativo por su intermedio para concretar una reforma tributaria”, dijo el senador UDI Claudio Alvarado, contrario a los retiros del 10%.

La medida era vista como una buena manera para que oposición y oficialismo pudieran encontrar una salida que los dejara conformes a ambos. En la derecha, a esas alturas, recalcaban que sí veían posible una buena disposición de la centroizquierda, ante el supuesto temor de ese sector del aumento de popularidad de una figura “populista” como Pamela Jiles, quien es identificada como la impulsora de los retiros del 10%.

El día anterior, dicen en Chile Vamos, el gobierno ya había explorado fórmulas sobre todo con el Partido Socialista. Tanto en el oficialismo como en la oposición comentan que el propio Piñera puso sobre la mesa la opción de un paquete para eliminar exenciones y así recaudar 9 millones de dólares. Pero no hubo aceptación en esa colectividad de la centroizquierda, según afirman, porque, dijeron, con eso solo se reflotaba un acuerdo que se había alcanzado pocos meses después del estallido social, y que nunca salió a la luz. “¿Dónde está el nuevo esfuerzo de Piñera”, replicaron en la oposición.

El miércoles, además, presidenciables del sector como Mario Desbordes (RN-PRI) insistían al gobierno que la reforma tributaria debía ir un paso más allá, que no solo contemplara exenciones.

En la centroderecha subrayaban, así, la disposición favorable de la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC).

El propio Cerda salió a abordar una posibilidad de reforma, afirmando que “podremos analizar distintos temas tributarios”.

Pasadas las 16:00 horas, una vez aprobado el tercer retiro con amplio margen -finalmente fueron siete senadores oficialistas a favor-, el ministro Ossa dijo: “Hemos escuchado el llamado que han hecho distintos personeros, desde luego la presidenta del Senado y esperamos durante el día de mañana (este viernes) conversar, juntarnos y ver si se puede avanzar”. Esto, en alusión a ideas como la reforma tributaria.

La crisis profunda de Chile Vamos

Aun con todas las opciones sobre la mesa, el escenario en el oficialismo es complejo. “Estamos en una crisis muy, muy grande”, no dejaban de recalcar los parlamentarios y líderes de partido.

En la propia oposición incluso ven difícil un acuerdo, un nuevo “pacto social” con el gobierno si es que la coalición oficialista no es capaz de cuadrarse ante iniciativas.

El sector “duro” de Chile Vamos -a quienes se les llama así por ser más “leales” al gobierno o mantener las ideas clásicas de la derecha- manifestaban malestar y varios recalcaban que seguían en contra de los retiros del 10% no por alineación al gobierno sino por apegarse a sus “principios”.

De hecho, en medio de la vorágine que se vivía en el Senado, en la Cámara, Chile Vamos en su totalidad -a excepción de un respaldo- desobedecía un consejo directo de La Moneda de votar en contra del proyecto de servicios básicos. “Tienen que tomar esto como una señal”, advertían desde ese sector.

Así, a las 18:30 horas, finalmente los presidentes de los partidos -RN, UDI y Evópoli- junto a sus secretarios generales se reunían en La Moneda con el Presidente Piñera para concretar una reunión de trabajo. “Es urgente una carta Gantt, nadie sabe qué vamos a hacer”, advertían en RN previo a la cita.

En paralelo, se conocía una carta formal de RN donde pedían al menos tres puntos: patrocinar el tercer retiro para evitar vicios de constitucionalidad, presentar un proyecto propio de 10%, y un proyecto definitivo para regular retiros de fondos de pensiones.

A la salida de la cita en Palacio, en tanto, el líder UDI, Javier Macaya, enfatizó en que había que salir en ayuda a “la clase media alta” y jamás señaló, a diferencia de RN, un tercer retiro como opción. Es más, dijo que el 10% es un tema jurídico. “No conozco el contenido de la carta”, respondió sobre la misiva de RN a Piñera.

Mientras, el senador Prohens admitía, en relación con la negativa de un proyecto de ley propio de tercer retiro por parte del mandatario, que “será otro camino que él busque”.

En parte de RN, además, pedían el gobierno retirara el requerimiento del TC, ante el malestar que se había manifestado en las calles. Prohens, eso sí, afirman, no estaba por esa opción. Esta, en todo caso, también era requerida por la oposición.

“No se humilla quien pide en nombre de la patria, por eso le pido humildemente que retire su presentación ante el Tribunal Constitucional”, dijo en la sala la presidenta del Senado.

La tramitación del tercer retiro del 10% continúa este viernes en la Cámara de Diputados, mientras en el oficialismo subrayan que lo central es que La Moneda deje de llegar tarde a las soluciones para paliar la crisis.

Publicidad