La Presidenta Michelle Bachelet revelaría a fines de esta semana el detalle del proceso para reemplazar la actual Constitución Chilena, anuncio que, además de las ya anunciadas campañas de educación cívica y de participación ciudadana a través de cabildos, incorporaría por primera vez una definición sobre los mecanismos por los cuales se pretende abordar el cambio constitucional.

De acuerdo a lo publicado por La Tercera, es por esto mismo que en las últimas semanas, el comité político que dirige el ministro Jorge Burgos se ha dedicado a discutir con la totalidad de los partidos la forma para cambiar la Carta Fundamental, sobre todo porque este tema ha venido trayendo complicaciones entre la Nueva Mayoría desde la redacción del propio programa de gobierno.

En ese contexto, el primer obstáculo era lograr un consenso entre las posturas de Burgos y el vocero Marcelo Díaz, quienes no coinciden en el apoyo a la idea de la asamblea constituyente. Esto, debido a que estos ministros, junto con Nicolás Eyzaguirre, son los que han asumido el rol más activo en el diseño de la propuesta que el comité político debe entregar por lo pronto a Bachelet. 

Sin embargo, quienes siguen las tratativas al interior de La Moneda, afirman que los ministros del comité político sellaron hace algunos días un preacuerdo de la propuesta que llevarán ante la Presidenta para la validación. El borrador de este documento debiera ser incluido en el anuncio que se espera para esta semana, en el caso de ser aprobado por la mandataria.

La clave del entendimiento habría estado en el triunfo de “vía institucional” dentro del debate, que supuso fijar como criterio que todo cambio debía promoverse a partir de las reglas impuestas por la actual Constitución, asegurando su discusión en el Congreso. Para lograr esto, La Moneda habría optado por el enviar de un proyecto de reforma que introduzca un nuevo capítulo en la actual Carta Fundamental, que podría ser transitorio o definitivo, y en el cual se definirían los quórums, plazos y procedimientos para las reformas a las distintas disposiciones del mismo texto.

En este agregado se detallarían también al menos tres alternativas para la elaboración de la nueva Constitución, -dentro de las cuales se incluye la asamblea constituyente- y la especificación de la convocatoria a un plebiscito que ratifique el texto emanado por la instancia elegida, y cuya definición quedaría en manos del próximo Congreso.  

Más allá de si la Mandataria incluye o no en sus anuncios de esta semana la propuesta articulada por sus ministros y los constitucionalistas más cercanos al gobierno, el texto supone una derrota para quienes promovían la llamada vía “extrainstitucional”, vinculados sobre todo al movimiento Marca tu Voto AC, que han venido presionando desde el inicio del gobierno porque la Presidenta se juegue por legislar en favor de un plebiscito vinculante y así acotar al máximo posible el rol del Congreso en las definiciones.

 

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