El miércoles pasado, los casi 23 diputados de la UDI se apostaron en el hall de ingreso del Congreso Nacional para hacer una fotografía oficial. Mientras los parlamentarios se intentaban organizar en las escaleras que van directo hacia la biblioteca, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson, ingresaba por la puerta principal. “Acá está la bancada de la UDI”, les dijo el exdiputado en ánimo distendido al saludarlos, cuentan presentes. “¿Qué les parece que nos reunamos en La Moneda?”, agregaría inmediatamente. A lo que el parlamentario Guillermo Ramírez, según los mismos testigos del encuentro, habría respondido: “No, ministro; nos podemos reunir en la bancada de la UDI”.

La escena refleja el estilo con el que ha enfrentado la UDI los primeros días del gobierno de Gabriel Boric y la discusión que se ha dado al interior de la colectividad respecto al tipo de oposición que buscan ser durante este primer año legislativo. No solo eso, este encuentro en el Congreso, además, contrasta con el rol que ha buscado jugar su hasta ahora socio principal Renovación Nacional (RN).

Este lunes, de hecho, el jefe de bancada de ese partido, Andrés Longton, visitó La Moneda luego del habitual comité político ampliado que realizan los ministros junto a los partidos oficialistas ahora de la izquierda. El diputado entró a Palacio siendo fotografiado por su equipo mientras se encontró de frente con el ministro Jackson; ambos se abrazaron frente a las cámaras e ingresaron a la reunión legislativa pactada.

Después de ese encuentro, el diputado Longton otorgó una rueda de prensa en el Patio de Los Naranjos. El Presidente Boric, incluso, se apostó junto a las cámaras que filmaban al parlamentario opositor. Más tarde ambos fueron fotografiados por la prensa.

Ese episodio, dicen en la UDI, fue un “señal errada” de parte de sus socios, pues, recalcan, ni el propio oficialismo aún ha validado a Jackson como interlocutor y, más aún, es el propio gobierno quien necesita a la oposición, por lo que, añaden, el diálogo se debe dar en el propio Congreso, tal como se lo manifestó directamente el diputado Ramírez al ministro Segpres.

Este lunes, Longton entregó al gobierno una serie de proyectos de ley que son prioridad para el partido, una acción que, dicen en la UDI, no corresponde aún como oposición. En RN, a contrapelo, defienden su rol público y enfatizan en que buscan posicionarse como el “partido puente”. Este martes, incluso, el comité de senadores RN almorzó con el ministro Jackson justamente para dar luces de acercamientos.

Las diferencias de estilo en este caso relevan un tema más profundo: la crisis que vive la derecha luego de la debacle electoral que vivió en la Convención Constitucional y en la elección presidencial, principalmente. El quiebre en la votación de la mesa del Senado, incluso, vino a reflotar las diferencias y se por un lado quedó la UDI y Evópoli -con la idea de dar gobernabilidad al Senado y actuar como bloque frente a la izquierda- y RN, que planteaba a Manuel José Ossandón para la testera en post de alcanzar diálogos fructíferos con el actual oficialismo.

De hecho, por estos días, RN se encuentra en estado de reflexión mientras se debate su salida de Chile Vamos y situarse en el centro a secas.

El “error” de la interpelación de los Republicanos

“Nunca interrumpas a tu adversario cuando está cometiendo un error; déjalo equivocarse”. Esa es una frase que repite más de un dirigente de la UDI por estos días a la luz de la primera semana que vivió el gobierno principalmente luego de los disparos al aire que recibió la comitiva de la ministra del Interior, Izkia Siches, en Temucuicui.

Lo mismo aplica, dicen, para hechos como el nombramiento de las embajadas polémicas o incluso en el otorgamiento de la urgencia al proyecto de indulto de los presos del estallido social que incluso generó duras críticas de senadores socialistas.

En ese sentido, en la UDI enfatizan en que deben dejar al gobierno jugar su partido, cometer errores o aciertos y luego entrar a la cancha. Eso, subrayan, no quita que jueguen un rol firme a la hora de plantearse como oposición. Por ejemplo, han dado cuenta en la Sala de 13 proyectos de resolución durante estos primeros días con el fin de marcar sus puntos respecto al actuar del Ejecutivo y de la Convención Constitucional. Entre ellos, los gremialistas presentaron una solicitud al Ejecutivo para mantener el Estado de Excepción en el norte y en el sur, y una petición de remoción de Galo Eidelstein como subsecretario de las Fuerzas Armadas por “complicidad directa” en la quiebra de la U. Arcis. De hecho, comentan, el diputado UDI Juan Antonio Coloma dio un duro discurso en Sala.

Pero esa “dureza”, relevan, no debe ser al estilo “republicano” que, dicen, en ese partido han mostrado hasta ahora, cuando apenas asumieron anunciaron por la prensa una interpelación a la ministra Siches por el retiro de las 139 querellas por Ley de Seguridad del Estado a presos del estallido social. Que no lo socializaron con el resto de la oposición y que entonces no había suficiente “carne” para interpelar a una autoridad que apenas llevaba un día en su cargo; esas son las principales razones que daban en la UDI y RN para tomar distancia de la idea. Pero, admiten, hasta hoy, sigue siendo una idea “tentadora”, sobre todo porque con los días se han ido sumando motivos para interrogar a la autoridad.

El Partido Republicano, en todo caso, decidió posponer al menos por una semana la interpelación dado que la ministra Siches dio positivo a Covid-19 este sábado. En la UDI, en todo caso, no hay una decisión de dar las firmas para esta acción -se necesitan 52 y los republicanos son 14-, de hecho, si la acción fuese hoy, dicen altas fuentes, no estarían las rúbricas del partido.

El propio líder de la UDI, Javier Macaya, tomó distancia en Mesa Central de Canal 13: “Es un error absolutamente, no corresponde, a lo mejor no se han leído el reglamento de la Cámara, porque para interpelar se necesitan firmas de otros sectores políticos. A mí me parece inaceptable el retiro de las 139 querellas (…), pero la manera de hacer oposición es al menos esperar varios días a que el gobierno inicie las conversaciones, comience el trabajo político”, dijo.

En la interna incluso en la UDI recalcan que no presentarán acusaciones constitucionales -porque “no hay que pagar con la misma moneda”- y que están “a la espera”; a la espera de que el gobierno actúe con más tiempo, a la espera de que cada partido tenga sus discusiones internas y luego definir el rol de la oposición completa.

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