Los más de 824 mil votos que consiguió Sebastián Piñera en las primarias de Chile Vamos no hacen más que fortalecer su figura para las elecciones presidenciales del 19 de noviembre, coinciden los analistas contactados por T13.cl.

Las cifras conseguidas por el ex Presidente superan, incluso, las conseguidas por la Alianza por Chile en las primarias del 2013, que enfrentaron a Pablo Longueira y Andrés Allamand, aunque tras la renuncia del representante de la UDI, aduciendo razones de salud, la candidata de la derecha fue Evelyn Matthei.

En esa ocasión, el entonces bloque oficialista alcanzó 808.002 personas.

Para el analista Gonzalo Müller, profesor de la Facultad de Gobierno de la UDD, esta situación "es una buena noticia para Piñera, porque demuestra su poder de convocatoria, de movilizar, de ratificar en la cancha lo que dicen las encuestas y de confirmarse como la mejor carta. Además, que Chile Vamos lograra más de 1,4 millones de votos demuestra su capacidad para atraer nueva gente".

El cientista político Mauricio Morales sigue la misma línea y asegura que el candidato de la oposición "sale claramente fortalecido. Bordeó los 800 mil votos que, de acuerdo al total de votos válidamente emitidos, representan el 47%. Esa es la base electoral con la que arranca para las elecciones primarias".

El director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca agrega que si Piñera "logra concientizar a un grupo importante de los votantes de Manuel José Ossandón y Felipe Kast, esa base de apoyo crece a cerca de 1,6 millones. Partir con un volumen de apoyo de estas características lo hace ampliamente favorito para las próximas presidenciales. De hecho, no sería extraño que su imagen de triunfo aumente. Es decir, que más gente crea que Piñera será el próximo mandatario".

Frente Amplio pierde vuelo

El 1.417.637 sufragios que obtuvo Chile Vamos cuadriplicó los poco más de 327.613 del Frente Amplio, cantidad que provocó la autocrítica del diputado Gabriel Boric. "No es la votación esperada", dijo.

Al menos numéricamente, Müller no es tan vehemente como el parlamentario."Espera un poco más, pero está en el piso de lo que pretendían. Para una colación nueva no es malo", asegura.

Sin embargo, advierte que no basta. "Su intención de ser una amenaza para la Nueva Mayoría se va de desinflando. Para Alejandro Guillier esto es una buena noticia, porque le permite plantearse como la única alternativa competitiva frente a Piñera", cuenta.

Müller añade que los números del grupo de izquierda podrían comenzar a afectar a Beatriz Sánchez, la clara ganadora del sector con 221.348 votos (67,56%).

“El Frente Amplio tendrá que asumir la realidad de los votos, algo que también se verá reflejado en las encuestas, en la medida que Sánchez deje de ser una alternativa y Guillier se transforme en el voto útil”, sentencia.

Morales coincide con Müller en su opinión sobre el Frente Amplio. “Logró más de 300 mil votos. En 2016- elección de concejales- cosechó 274 mil votos. Por tanto, el Frente Amplio movilizó a más del 100% de su base electoral. El problema es que con 300 mil votos se hace imposible competir seriamente en la primera vuelta”, lanza.

El analista añade que ahora la candidata del bloque “deberá hacer esfuerzos para sumar los apoyos de (Alberto) Mayol (106.265, 32,44%). Su problema es que cree que las elecciones se ganan por la izquierda, en circunstancias de que en primera vuelta todo se juega por el centro. Esa tensión entre posturas moderadas, útiles para ser competitivo en primera vuelta, choca con parte de su entorno que pretende izquierdizarla”.

Comparación general 2013

Con el 99,94% de las mesas escrutadas, el total de participantes en esta elección fue de 1.811.411 personas en Chile y el exterior, el 13% del padrón posible de 13.552.823.

La diferencia con 2013 es significativa. En esa oportunidad participaron de la jornada 3.010.890, el 22,62% del total (13.307.182). La Nueva Mayoría sumó 2.142.070 sufragios (16,23%), con Michelle Bachelet llevándose 1.565.269 (73%).

Sin embargo, Müller no cree que sean situaciones que se puedan medir entre sí.

“Es difícil hacer la comparación cuando no pelean las mismas fuerzas. Además, se cambiaron las normas, el clima electoral, sin letreros y sin un gran despliegue”, dice.

Mientras que Morales opina que si “la Nueva Mayoría hubiese participado de esta primaria, la participación habría bordeado los tres millones. Generalmente, la centro-izquierda lleva más gente a votar. Por tanto, la interpretación de este resultado habría sido totalmente distinta”.

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