Pasadas las 9 de la mañana, se apostaron en el salón Montt Varas de La Moneda los ministros que, hasta hoy, acompañaban a la Presidenta Michelle Bachelet, los que se sumarían y los presidentes de partidos del oficialismo. 

El hermetismo fue la tónica de los días previos a la ceremonia en que la Presidenta Michelle Bachelet buscaba, a contrarreloj, los nombres de quienes saldrían de su equipo ministerial, trascendiendo el plazo autoimpuesto de 72 horas para revelar a los colaboradores del segundo tiempo. 

La crisis que gatillaron los distintos casos de irregularidades entre política y negocio, la baja sostenida en el respaldo a las reformas y el estallido del caso Caval, dejaron a La Moneda en un escenario catalogado por el propio oficialismo como "insostenible", más allá de los esfuerzos en pos de transparencia y probidad. 

Así las cosas, el ajuste ministerial anunciado por la Mandataria en Canal 13 y oficializado hoy, evidenció cambios en el "corazón" del gobierno. 

Revisa aquí cómo fue el minuto a minuto del cambio de gabinete


Los que pierden: Comité político en pleno 


Rodrigo Peñailillo, el principal damnificado


La despedida del pasado viernes de su equipo de colaboradores fue interpretada como una de las señales más elocuentes de la inminente salida de Rodrigo Peñailillo de la cartera de Interior. 

El denominado "hijo político" de la Mandataria, ex jefe de gabinete en su anterior gestión y figura clave de su campaña por el retorno a Palacio, compartió en los primeros meses parte de la "incombustibilidad" que ostentaba la jefa de gobierno. 

Sin embargo, con el correr de las semanas, los enfrentamientos con la "vieja guardia" de la Concertación - y en particular, con el subsecretario Mahmud Aleuy-, con el hijo de la Mandataria y las comentadas diferencias con Paula Walker, comenzaron a evidenciar distancias entre el titular de Interior e integrantes clave de La Moneda. 

Pese a ello, las encuestas favorecían a Peñailillo, y los "rounds" contra Sebastián Piñera y otros líderes de la oposición, hicieron que algunos barajaran una posible candidatura que proyectara su capital político, al ser uno de los mejor evaluados en las encuestas. 

No obstante, la situación del jefe del comité político tomó un giro, principalmente por dos situaciones: el manejo de la crisis por el caso Caval y la aparición de un nexo con el caso SQM, al conocerse las boletas que emitió a la empresa de Giorgio Martelli, conocido operador político de la Concertación.

Estos dos obstáculos comenzaron a hacer cuesta arriba la gestión de Peñailillo y marcó un distanciamiento con la Mandataria, quien finalmente decidió removerlo de su cargo.  


Alberto Arenas


Fue el encargado de impulsar la primera reforma que desplegó el gobierno - la tributaria- y también, de coordinar el desembolso del erario para el presupuesto 2015.  

Alberto Arenas fue otra de las figuras removidas de la primera línea de La Moneda en el primer ajuste ministerial. 

La remoción del titular de Hacienda, si bien marca una diferencia con el anterior mandato de Bachelet, era esperada por parte del empresariado, que había multiplicado las críticas en torno a las medidas que adoptaba el secretario de Estado, acusándolo de falta de diálogo con el sector. 

En su lugar arriba a la cartera Valdés, figura que si bien ha tenido una trayectoria más distanciada de la política, sí se ha desempeñado en cargos de relevancia económica y cuenta con mayor sintonía empresarial. 


Alvaro Elizalde


Durante la campaña presidencial, Alvaro Elizalde efectuaba las vocerías de la entonces candidata a La Moneda, en conjunto con Javiera Blanco. 

El ex superintendente y uno de los militantes más disciplinados del PS fue reclutado por la abanderada, sumándose a los más cercanos de su entorno, por lo cual su llegada al gabinete, una vez logrado el triunfo de Bachelet en las urnas, no resultó una sorpresa.

Si bien la gestión de Elizalde no tuvo grandes reparos, más allá de temas de estilo y del perfil de sus vocerías, la salida del equipo ministerial tendría dos lecturas centrales en el oficialismo: que Bachelet haya buscado dar una señal de "limpieza total" en el comité político y las caras que protagonizaron los primeros días de la crisis por dinero y política. 

Otros plantean que podría asumir un nuevo rol en La Moneda, o como también se hablaba para Peñailillo, que asuma una representación diplomática en el extranjero. 


Ximena Rincón


La senadora Ximena Rincón abrió la disputa por su cupo en el Maule, tras haber sido convocada para integrarse al gabinete. La parlamentaria asumió como ministra de la Segpres, una cartera clave para el impulso de los proyectos de ley y que requiere de una fuerte y constante interlocución con el Parlamento. 

Pese a su conocimiento del Congreso, Rincón recibió diversas críticas de su propio sector, e incluso, fue acusada por el diputado Juan Luis Castro (PS) de haber amenazado a un grupo de legisladores con "las penas del infierno", si respaldaban la comisión investigadora por el caso Caval, situación que ella negó. 

El malestar de la ministra en su rol se reflejó semanas atrás, al hacer patente su incomodidad con la política actual en entrevista con El Mercurio, señalando que al culminar sus funciones, se alejaría de la escena pública. 

Con todo, la Presidenta optó por un enroque, pasando a la titular de Segpres a la cartera de Trabajo, en donde deberá intensificar esfuerzos por sacar adelante la reforma laboral, actualmente en tramitación.  

Los timoneles de la Nueva Mayoría

Una vez anunciado el cambio ministerial, los presidentes de partidos del oficialismo pusieron paños fríos a la situación, aseveando que el escenario de crisis de desconfianza entre dineros y política hacía patente la necesidad de un ajuste. 

Sin embargo, y a diferencia de la tónica de los gobiernos de la Concertación, la Presidenta Michelle Bachelet optó por realizar la selección de nombres a puertas cerradas, rodeada de un selecto grupo de sus colaboradores más cercanos, quienes sondearon o dieron escasa información a los dirigentes políticos. 

Con ello, la jefa de gobierno no sólo dio el "golpe de timón" que se le pedía, para que desplegara su liderazgo ante la necesidad de cambios. También mostró que no se "dejará pautear" y que las decisiones programáticas, de reformas y de integrantes del gobierno, serán decisión de ella. 


Los que ganan 


Jorge Burgos 


En las pasadas elecciones parlamentarias, el entonces diputado anunció que no buscaría repostular a su cargo como congresista. En el entorno del legislador se prevía la posibilidad de que fuera reclutado por Michelle Bachelet, en caso de retornar a La Moneda, como las encuestas mostraban que ocurriría, dada la ventaja que la ex directora de ONU Mujeres sacaba a sus contendores. 

En este escenario, el nombramiento de Burgos como ministro no despertó mayores sorpresas, más aún, en una de las carteras cuyas áreas responden al expertiz del ex legislador, que había integrado la comisión de Defensa en su paso por la Cámara. 

Con todo, la "muñeca política" de Burgos, su capacidad de interlocución con los sectores de la oposición, el conocimiento de la maquinaria legislativa y despliegue escénico, lo hicieron sonar como uno de los primeros aspirantes a reemplazar a Rodrigo Peñailillo. 

El arribo de Jorge Burgos a la primera línea política anota un triunfo a la Falange, justamente en medio de la controversia que enfrenta la directiva, por las indagatorias a los hijos del nuevo timonel, Jorge Pizarro


Marcelo Díaz 


El ex diputado socialista "perdió una batalla" en las últimas parlamentarias, pero "ganó la guerra", con los cambios que lo posicionaron en el ministerio de Secretaría General de Gobierno. 

Díaz optó por marginarse de competir por el cupo de Santiago Centro en favor de Giorgio Jackson, con lo cual cerró sus opciones para retornar al Parlamento. Sin embargo, fue nombrado embajador en Argentina, un puesto clave en la diplomacia chilena, dada la importancia de las relaciones vecinales. 

En esta línea, Díaz es uno de los vencedores de este ajuste ministerial, al desembarcar directamente en La Moneda. 


El Partido Comunista


La colectividad liderada por Guillermo Teillier no solamente logró duplicar la cantidad de parlamentarios en las pasadas elecciones, sino que también, ingresó al gabinete con la ministra Claudia Pascual y posicionó a otro de los suyos, Camilo Ballesteros, en la División de Organizaciones Sociales (DOS).

Con el ajuste ministerial de este 11 de mayo, el PC sumó una nueva carta al equipo de gobierno, al lograr el ascenso de Marcos Barraza de la subsecretaria de Desarrrollo Social, al ministerio.  


La relación de Hacienda con los empresarios 


Dos reformas - la tributaria y la laboral- han mantenido en estos primeros 14 meses de gobierno las alertas encendidas en el mundo empresarial. 

La conducción de Alberto Arenas fue objeto de profundas críticas desde el sector empresarial, acusando falta de interlocución, imposición de ideas y poca recepción de sus ideas e inquietudes. 

Por ello, desde el entorno financiero, se ve con buenos ojos la llegada de Valdés a la cartera, ya que traería nuevos aires a la desgastada relación con el gobierno. 

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