El el 7 de abril  de este año, la ex secretaria de la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM)Katherine Bischof Sepúlveda, declaró ante los fiscales Pablo Norambuena y Emiliano Arias, que durante los años en los que ejerció sus funciones en la empresa, registró que varios políticos se reunieron con el ex gerente general de la minera, Patricio Contesse.

Entre ellos estaban Pablo Longueira, Marco Enríquez-Ominami, Carlos Ominami, Marcelo Rozas, Pablo Zalaquett y Jovino Novoa, aseguró la mujer, quien se encargaba de programabar viajes, distribuir las agendas de reuniones e ingresar pagos al sistema de la empresa. Dos días después de esta declaración Marco Enríquez-Ominami admitió que efectivamente se reunió con Contesse en dos ocasiones para exponer su "posición" sobre la "estatización del litio”.

Sin embargo, una serie de correos electrónicos que vínculan al principal rostro del PRO con los dineros de SQM, y a los que tuvo acceso T13, lo volvió a poner en aprietos, pese a que el día de ayer ya había ratificado sus dichos, asegurando que: "No he recibido un solo peso de Soquimich".

A la luz de estos nuevos antecedentes, desde la Nueva Mayoria lo instaron a dar una buena explicación. 

Como el diputado Jorge Tarud (PPD), quién lo llamó a hablar con la verdad y a reconocer "él pidió financiamiento al yerno de Pinochet", señaló el parlamentario. 

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Los correos

Los nuevos antecedentes revelan que desde una de las principales filiales de la minera no metálica, SQM Salar, salieron pagos millonarios a Cristián Warner Villagrán, ex secretario general del PRO.

SQM Salar realizó hace un mes ante el Servicio de Impuestos Internos una reliquidación tributaria y elaboró una lista de proveedores sujetos al proceso de rectificación, entre los que estaban Asesorías y Negocios, la empresa creada por Giorgio Martelli; y Cristián Warner Comunicaciones Publicidad y Marketing EIRL, perteneciente a Warner, la cual habría emitido 34 boletas a SQM Salar, por un monto total de $362 millones en tres años.

Según lo que se ha logrado recabar del examen de los correos de las dos cuentas de correo corporativo de la ex secretaria de Contesse entre los años 2009 y 2015, el 5 de diciembre de 2011 Cristián Warner le pidió a Bischof agendar una reunión entre Patricio Contesse y Marco Enríquez-Ominami para algún día de enero de 2012. Tras la cita entre el candidato y el máximo ejecutivo de SQM Salar, Katherine Bischof mandó un correo el 16 de enero de 2012 a Cristián Warner informando sobre un “nuevo aporte” de US$ 250 mil, en 12 pagos mensuales. Ese mismo día, por escrito, Warner le preguntó a la secretaria si el monto era adicional a los $ 4 millones que SQM ya le pagaba.

Bischof respondió que no lo sabía y agregó: “Don Marco debe tenerlo claro o no?”. A lo que Warner respondió: “Marco me comentó claramente que eran adicionales (..) Es decir, mantenemos los 4 millones mensuales y le agregamos este adicional dividido en 12 meses. Era solo para confirmar con usted, pero eso fue lo que me transmitió Marco textual”.

En febrero de 2012, la empresa de Warner comenzó a facturar el nuevo monto convenido a SQM Salar, según queda graficado en la lista entregada por la empresa al Ministerio Público. Ese mes, la empresa de Cristián Warner emitió una factura por $ 14.300.000, la que fue pagada el 2 de marzo.

La filial de la minera y la firma de Warner tenían un contrato por servicios de marketing, pero hasta ahora SQM no ha entregado a la fiscalía documentación sobre ese convenio.

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