En 2009 comenzaron las negociaciones entre países de Asia, América y Oceanía para llevar adelante un acuerdo de libre comercio que incorpore a distintos estados del  Océano Pacífico. Fue en 2016, cuando en Chile gobernada Michelle Bachelet, que nuestro país suscribió al que se llamó Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, pero fue más conocido como el TPP 11.

Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, fueron los países que inicialmente firmaron al acuerdo, aunque EE.UU., bajo la administración de Donald Trump lo abandonó.

De momento, todos los países, menos Chile y Malasia, han entrado al acuerdo.

Según dijeron sus promotores, entre los objetivos del TPP 11 están el promover la integración económica, establecer marcos legales predecibles para el comercio, facilitar el comercio regional y promover el crecimiento sostenible, entre otros.

El tratado considera 30 capítulos, que abarcan las siguientes áreas: Acceso a Mercados, Reglas de Origen, Obstáculos Técnicos al Comercio, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Defensa Comercial, Competencia, Compras Públicas, Servicios, Inversiones, Comercio Electrónico, Telecomunicaciones, Entrada Temporal, Servicios Financieros, Asuntos Legales, Propiedad Intelectual, Medio Ambiente, Laboral y Cooperación. Adicionalmente, se han incorporado los denominados temas horizontales que incluyen Coherencia Regulatoria, Competitividad, Desarrollo y Pequeñas y Medianas Empresas.

Quienes apoyan y quienes rechazan

La actual coalición de gobierno, incluso el propio Presidente, Gabriel Boric, se mostró en contra de la participación de Chile en el TPP 11. En 2019, cuando ejercía como diputado, Boric votó en contra del proyecto que fue aprobado en la Cámara de Diputadas y Diputados y advirtió sobre los alcances en la soberanía de nuestro país que podría tener el acuerdo.

“Con este tratado, las empresas trasnacionales podrían demandar a Chile si es que creamos políticas públicas laborales que, en términos de la empresa, dañen su patrimonio”, dijo en 2019 el entonces diputado Boric.

Hoy su gobierno busca avanzar en la tramitación de este proyecto que está en el Senado, pero con algunas modificaciones. El lunes, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, aseguró que la intención del Ejecutivo es “respetar el marco del multilateralismo”, pero siempre con “el resguardo de los intereses de Chile, de su soberanía, y el alineamiento con nuestro programa de gobierno”.

La principal inquietud del gobierno, según explicó Vallejo, son los mecanismos de resolución de controversias entre estados miembros e inversionistas, como advertía Boric hace algunos años.

Ministra Vallejo sobre el TPP 11

Desde el Partido Comunista (PC) explicitaron su posición en contra del acuerdo, pese a ser parte del gobierno, y su secretario General, Lautaro Carmona, aseguró que el tratado no tiene "ningún rédito para Chile. 

“Es un tratado que, desde nuestra mirada, no tiene ningún rédito que beneficie al país que no sea atraer inversión que sea beneficiosa para quienes van a poner esa inversión. Pero para el país lo amarra incluso desde el punto de vista para su legislación futura”, planteó. 

Desde la derecha, y algunos sectores de la exConcertación han respaldado el TPP 11 desde su inicio y abogan por la importancia que tendría en la actividad económica del país y la certeza que darían a los inversionistas.

De todos modos, cuando Estados Unidos abandonó el acuerdo que había sido firmado por Barack Obama, pero desechado por Trump, la discusión perdió fuerza.

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