Dentro de los maravillosos paisajes que ofrece el sur de Chile, hay un un ernome árbol que ha axistido por miles de años. Es conocido como "Gran Abuelo" y, en la actualidad, podría ser reconocido como el más viejo de todo el mundo. 

Es un alerce patagónico de la especie Fitzroya cupressoides que es nativo tanto de nuestro país como de Argentina. Entre sus características destacan su tronco de 4 metros de diámetro y su altura de 28 metros. Science Alert indica que, probablemente, su vida comenzó cuando recién estabamos inventando la escritura.

Ubicado en el Parque Nacional Alerce Costero, en la Región de Los Ríos, este ejemplar es extremadamente valioso para la ciencia, ya que podría contener información relacionada con el cambio climático y cómo la Tierra se ha adaptado a las distintas condiciones durante siglos.

"Es un sobreviviente, no hay otros que hayan tenido la oportunidad de vivir tanto tiempo", contó a la agencia de noticias AFP, Antonio Lara, investigador de la Universidad Austral y miembro del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia, parte del grupo de expertos que miden la edad del árbol y lo protegen.

De acuerdo a Jonathan Barichivich, ingeniero forestal de la Universidad Austral, quien trabaja en el Laboratorio de Ciencia Ambiental y Climática, en París, el "Gran Abuelo" tiene más de 5.000 años, supreando en un siglo al actual árbol más antiguo del mundo "Methuselah", un pino longevo (Pinus longaeva) de 4.853 años ubicado en California.

¿Cuál es la historia del alerce "Gran Abuelo"?

Los científicos cuentan que el abuelo de Barichivich lo descubrió en el año 1970, mientras trabajaba como guardabosques en dicho parque, en Los Ríos. Así que tiene una conexión personal con el investigador, por supuesto. 

En el año 2020 analizaron una muestra central del árbol con un taladro especial que no dañó su superficie, pero no pudieron llegar al centro de este. Entonces, a través de estadísticas y muestras de otros ejemplares de la misma especie, llegaron a la conclusión de que el árbol tiene más de 5.000 años y lo estimaron en alrededor 5.484 años.

Aparte de eso, la importancia del "Gran Abuelo" radica también en sus anillos de crecimiento, que podría tener información de eventos históricos como incendios forestales o terremotos, etc.

"Los árboles antiguos tienen genes y una historia muy especial porque son símbolos de resistencia y adaptación. Son los mejores atletas de la naturaleza. Si estos árboles desaparecen, también desaparecerá una clave importante sobre cómo la vida se adapta a los cambios en el planeta", finalizó Jonathan Barichivich. 

 

 

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