La modalidad de esquí de fondo en los Juegos Olímpicos de Invierno que se están celebrando en Beijing es dura, pero alcanzó un nuevo nivel de dificultad. El esquiador finlandés Remi Lindholm explicó que durante su participación en la carrera de 50 kilómetros, sufrió la congelación de su pene.

La principal causa de este doloroso suceso fueron unos fuertes vientos en la zona de la pista, para los que las indumentarias de los esquiadores no están preparadas. Al comprobar que el clima no acompañaría la situación, el Comité Olímpico decidió bajar desde los 50 hasta los 30 kilómetros la duración de la carrera, pero no fue suficiente.

Cuando nos encontramos en zonas de temperaturas muy bajas, la sangre se concentra en torno a los órganos vitales para mantener el cuerpo funcional, lo que contrae los vasos sanguíneos de las zonas periféricas como manos, pies o el pene.

“Puedes adivinar qué parte del cuerpo estaba congelada cuando terminé. … Fue una de las peores participaciones en las que he estado. Se trataba solo de luchar”, dijo Lindholm a un medio finlandés.

El esquiador explica que al principio no parecía muy molesto, pero cuando se puso una bolsa de agua caliente en los genitales para intentar revivirlo no solo se descongeló; también recuperó su sensibilidad con un dolor insoportable. Por suerte, se sanó rápidamente y pudo correr en las otras dos competencias.

Por muy curioso que parezca, esta es la segunda vez que Lindholm sufre el mismo accidente. Ya en Ruka, Finlandia, había visto su pene congelado en 2021.

Finalmente, el deportista terminó en la posición 28° de la carrera cuyo vencedor fue el ruso Alexander Bolshunov.

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