La imagen de aquel pequeño niño de dos años, desnudo, hambriento y abandonado en las calles de un pueblo de Nigeria  es solo un mal recuerdo para Anja Ringgren Loven, la voluntaria danesa que lo rescató.

La suerte de “Hope”, como llamaron al niño, es totalmente distinta un año después. Está recuperado de su malnutrición, vive feliz y acaba de comenzar la escuela.

Hace un año Anja Ringgren Loven rescató a Hope de las calles después de que sus padres lo abandonaron al considerarlo un "niño brujo", algo común entre algunos habitantes del país que creen en  la superchería.

Anja halló al niño vagando desnudo, con hambre y sed.  Había pasado los últimos ocho meses viviendo de restos de comida que alguien le daba en la calle, pero sin que nadie realmente se hiciera cargo de él.

La voluntaria le dio agua y algo de comida, y una foto de ese momento fue la que dio la vuelta al mundo.

Luego tomó al niño y lo llevó a un hospital. Allí le quitaron los parásitos del estómago y recibió transfusiones diarias mientras lo alimentaban con una dieta especial para que se recuperara.

Ahora Anja compartió nuevas imágenes del niño, al que llamaron Hope (Esperanza, en inglés), entre ellas una en que recrea la foto que cambio la vida de ambos.

“El 30 de enero de 2016 fui a una misión de rescate con nuestro equipo nigeriano. Una misión de rescate que se volvió viral y el mundo conoció a Hope. Esta semana, Hope comenzó la escuela”, escribió.

Hope ahora vive con Ringgren Loven y su esposo en el orfanato que ambos mantienen.

Se llama Fundación para la Educación y el Desarrollo de la Ayuda Infantil Africana, la que recibió numerosos aportes en dinero luego de que la historia de Hope se hizo conocida. 

 

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