Dicen que se necesita a todo un pueblo para criar a un niño. Sin embargo, no dicen qué se necesita para criar sextillizos.

Si convertirse en padre o madre puede ser un momento aterrador y preocupante para cualquier persona, ¿cómo es criar seis bebés al mismo tiempo?

Hablamos con dos familias que crían a niños nacidos en partos múltiples para averiguarlo.


Lauren Perkins dijo que estaba en "shock total" y "abrumada" cuando descubrió que daría a luz a seis niños.

"Sabía que necesitaríamos un sistema de apoyo, porque no había manera de que pudiéramos lograr esto por nosotros mismos", dice a la BBC.

Afortunadamente para Lauren, su comunidad intervino después de que su familia aumentó en seis de la noche a la mañana.

"No hubiéramos sobrevivido el primer año sin ellos (la comunidad)", asegura.

Los sextillizos de Perkins llegaron a casa del hospital uno por uno, lo que, según Lauren, la ayudó a adaptarse.

"El sexto bebé que llegó a casa fue Leah, que tiene problemas de desarrollo, y eso fue un poco abrumador", cuenta.

Con seis bebés para alimentar, bañar y vestir, el horario de Laura se volvió apretado.

"Alistaba biberones todas las noches para las siguientes 24 horas y los ponía en el refrigerador con etiquetas para que todos supieran para qué bebé eran y a qué hora", detalla.

Debido a las diferentes necesidades nutricionales de los sextillizos, hubo un momento en que la familia usaba cuatro tipos diferentes de leche en fórmula.

Lauren también desarrolló un sistema de turnos para que aquellos que se ofrecieron como voluntarios para ayudar pudieran tener el mayor impacto.

"Los amigos se apuntaban para venir y hacían turnos de alimentación en medio de la noche, ayudaban a bañar a los bebés y lavar la ropa", señala.

"No lo hubiéramos logrado sin esa generosidad", reflexiona Laura. "¡Nos trajeron la cena por un año entero!", cuenta.


¿Cuáles son las causas de los embarazos múltiples?

Hay muchos factores que conducen a un embarazo múltiple, que incluye antecedentes familiares de gemelos, embarazos en mujeres mayores de 30 años o embarazos previos.

Las mujeres afroamericanas tienen más probabilidades de tener gemelos que cualquier otro grupo, mientras que las mujeres blancas, especialmente las mayores de 35 años, tienen más probabilidades de dar a luz a trillizos o más.

Las tecnologías reproductivas también han aumentado considerablemente la tasa de natalidad múltiple en los últimos años.

La fecundación in vitro (FIV) y otras técnicas que ayudan a las parejas a concebir a menudo usan medicamentos estimulantes de la ovulación para producir múltiples óvulos. Luego se fertilizan en el laboratorio y se devuelven al útero para que se desarrollen.

Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., "más de las tres cuartas partes de los trillizos y grupos más grandes de hermanos en EE.UU. se debieron a la concepción asistida por tratamientos de fertilidad".

El número de mujeres que dieron a luz a bebés múltiples en EE.UU. aumentó en un 76% entre 1980 y 2009, pero aún así solo representan el 3,5% de todos los nacimientos.

En 2017, solo 31 bebés nacieron en los EE.UU. como quintillizos o más.

Al igual que los gemelos, los bebés múltiples pueden ser idénticos (si un cigoto se divide en dos o más), o fraternos (cuando se fertiliza más de un óvulo).

Las probabilidades de que ocurran complicaciones médicas aumentan con cada feto adicional en un embarazo múltiple y pueden ocasionar problemas de salud graves.


Mientras que aquellos más cercanos a los Perkins donaban su tiempo, muchos otros donaron suministros esenciales.

Laura dice que su familia gastó verdaderas fortunas en fórmula para bebé "astronómicamente cara" y se benefició de mucha ropa de segunda mano.

"Varios amigos organizaron baby showers y siempre les pedíamos pañales. En cada cumpleaños pedíamos pañales y ropa para los niños", cuenta.

Eventualmente, Laura no tuvo que comprar pañales durante los dos primeros años, gracias también a un esfuerzo consciente por reducir el número de cambios.

En la medida que los niños crecían, los retos cambiaban.

"Enseñarles a usar el baño fue una verdadera pesadilla", recuerda Laura.

"Simplemente son demasiados para estar pendientes de todos, y tienes que poner mucha atención cuando les estás enseñando a usar el baño. Tuvimos algunos accidentes, pero al final lo logramos", cuenta.

Y Laura explica que conforme los sixtillizos se volvieron más independientes, también pudieron reducir sus sistema de apoyo.

"Mientras más crecían, más fácil se volvía la logística. Ahora es una especie de caos controlado. Es ruidoso, hay mucha gente y muchas cosas, pero un sistema raro que funciona", asegura.

Los sixtillizos Perkins ahora tienen casi siete años, y Laura dice que ella ha ido pasando por todas "las etapas normales de la maternidad", como cualquier madre.

"Lo único diferente es que me ha tocado hacerlo todo al mismo tiempo, lo que me alegra y a la vez me entristece", dice.

"Sé que tengo que disfrutar toda la parte linda de su infancia porque no lo voy a volver a hacer. Nunca voy a volver a tener otro primer día de escuela. Es una maternidad concentrada", explica.

Amy y Chad Kempel esperaron a que nacieran sus quintillizos para hacer un baby shower o pintar el cuarto de los niños.

La familia ya había perdido gemelos como producto de un aborto espontáneo, y no se sentía capaz de preparase de la misma forma.

"Fue devastador. Y recorrimos un largo camino para tener a los quintillizos", dice Chad.

Sin embargo, al final del año pasado regresaron a casa con cinco bebés saludables.

"¿Qué vamos a hacer ahora?", se preguntó a sí misma Amy.

Uno de los primero retos fue alimentarlos.

"Para reducir el tiempo que pasábamos dándoles de comer, decidimos alimentarlos a todos al mismo tiempo", dice Chad.

Utilizando numerosas almohadas, un gran sentido de equilibrio y mucha habilidad manual, la pareja diseño un sistema para darles el biberón a los cinco bebés al mismo tiempo.

Los quintillizos duermen todos en el mismo cuarto, y a partir de los seis meses ya dormían toda la noche.

"Pero eso puede cambiar cuando sean un poquito más grandes y puedan despertarse mutuamente", reconoce Amy.

Los Kempels tienen dos hijas más grandes, pero Amy dice que la experiencia de criar a cinco bebés prematuros al mismo tiempo fue "muy diferente".

"Al principio me costó conectar con ellos", dice. "Estuvieron mucho tiempo en el hospital, en incubadoras".

"Y no poder cargarlos y llevarlos a casa fue muy duro", cuenta.

Chad y Amy dicen también que se prepararon por si los bebés tenían "graves problemas de salud o discapacidades".

Sin embargo, después de la intervención médica inicial, Amy dice que su primer año de vida ha transcurrido "sin incidentes, en el buen sentido de la palabra".

Y aunque e a veces la cosa ha sido "un gran reto", la pareja concluye en que las cosas están yendo "muy bien".


 

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