Son microscópicos y pueden guardar las claves para develar el misterio sobre la existencia de vida en Marte.

Un equipo de científicos de la Universidad de Colorado en Boulder, EE.UU., descubrió la presencia de unos microbios en muestras tomadas en un lago ubicado dentro del cráter del volcán Poás, en Costa Rica, en los cuales esperan hallar pistas sobre cómo era en la antigüedad el llamado planeta rojo.

"Yo no sabía lo que hallaríamos. Si no encontraríamos ninguna cosa o montones de ellas. Habíamos hecho estudios similares en otros volcanes y, en ocasiones, no hallábamos nada pues las condiciones eran demasiado duras para permitir algún tipo de vida y, en otros sitios, encontrábamos comunidades diversas de microbios", le dijo a BBC Mundo el profesor Brian Hynek, líder del estudio.

Pero ¿qué tiene de particular este volcán de Costa Rica?

Condiciones extremas

El equipo de investigadores, cuyo trabajo fue divulgado en la última edición de la revista científica Astrobiology, realizó la recolección de muestras en un sitio conocido como Laguna caliente, un lago ubicado dentro del cráter del volcán y cuya agua es 10 millones de veces más ácida que la que sale del grifo de una casa y pueden alcanzar temperaturas de ebullición.

"Este es un lugar que, en gran medida, tiene la misma química y los mismos minerales que antes estaban presentes en los sistemas hidrotermales de Marte. Estudiando este sitio podemos aprender lo que ocurría en Marte hace 3.500 millones de años", afirmó Hynek.

Indicó que las características del sitio son incluso más duras de las que había en una época inicial en el planeta rojo, por lo que haber hallado estos microbios en ese lago crea esperanzas de que pudiera haber habido vida allí.

"Marte es un gran lugar para buscar porque tuvo condiciones que pudieron haber permitido formas de vida similares a las terrestres", señaló Hynek al considerar alentador el hecho de haber encontrado vida en ese volcán pese a las duras condiciones que prevalecen allí y a su alta toxicidad.

Árbol de la vida

El equipo de investigación, en el que también participa el profesor Guillermo Alvarado de la Universidad de Costa Rica, realizó la secuenciación del ADN de los microbios pero no lograron identificarlos.

"Quizá porque nunca antes había sido secuenciado y, por tanto, no hay nada en los archivos con lo que cotejarlo bien. Ahora estamos haciendo el mapa completo del genoma de este microbio para entender exactamente qué es, donde encaja en el árbol de la vida y cuán similar o diferente es de otros microbios y bacterias", explicó Hynek.

Lo que los expertos sí saben es que estos microbios pertenecen a una misma especie de bacteria, lo que indica un nivel de diversidad muy bajo.

También esperan descubrir de dónde obtiene su energía el microbio. La hipótesis que manejan es que se alimenta del azufre del lago.

Los investigadores prevén concluir el mapa del genoma en los próximos seis meses y regresar al Poás durante el verano boreal.

"Ahora están ocurriendo erupciones en el volcán así que no es seguro ir. Esperaremos hasta que se calme para volver. De hecho, el lago en el que tomamos las muestras desapareció debido a las erupciones, a la evaporación del agua y al surgimiento de unas grietas a través de las cuales se drenó", apuntó el experto.

Pero ¿cuán importante consideran hallar indicadores de vida no en el Marte actual sino en el de hace 3.500 millones de años?

"Ahora solo conocemos la vida en la Tierra, por lo que estamos muy interesados en buscar vida tanto antigua como actual en Marte. Hallar vida en otros planetas, incluso si ya está extinta, sería un descubrimiento muy emocionante", concluyó el Hynek.

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