Las celebridades y los paparazzi tienen una relación notoriamente tensa. Desde acusaciones de invasión de la privacidad hasta quejas por fotos poco halagüeñas; las estrellas suelen atacar a las personas a las que se les paga por perseguirlas.

Pero en el último par de años, una nueva oleada de quejas comenzó a producirse desde el otro lado: el de los fotógrafos.

Varias celebridades han sido demandadas por publicar en sus redes sociales imágenes tomadas por paparazzi.

¿En qué consisten exactamente estas disputas de derechos de autor?

Uno podría pensar que ser el sujeto de una imagen significa que puede usarla libremente.

Pero en base a la ley de derechos de autor, es el fotógrafo quien generalmente posee los derechos de una imagen, a menos que se haya concedido una licencia a un tercero, como su agencia o empleador.

La propiedad de la fotografía generalmente corresponde a la persona que presionó el botón de la cámara.

Neel Chatterjee, abogado estadounidense que se especializa en casos de propiedad intelectual de alto perfil, dice que las redes sociales han provocado una "enorme complejidad" en este campo.

Chatterjee explica que parte del problema se debe a que funciones como los retuits permiten que las imágenes proliferen rápidamente más allá del control del titular de los derechos.

En recientes juicios, las agencias de fotografía afirman que no es justo que los famosos reproduzcan imágenes sin licencia para sus millones de seguidores. Algunas incluso han pedido una compensación por pérdida de ganancias.

Las apuestas se hacen aún más altas debido a las ganancias que suponen las publicaciones de algunas personalidades, que reciben hasta US$1 millón por post patrocinado en plataformas como Instagram.

Khloé Kardashian fue una de las primeras personas demandadas en uno de estos casos de derechos de autor.

En 2017, publicó en Instagram una fotografía tomada por un paparazzi en la que aparecía ella misma visitando un restaurante de Miami.

Xposure Photos, una agencia con sede en Reino Unido, solicitó daños por más de US$175.000 por la publicación.

Argumentaron que la imagen, que había sido cedida exclusivamente al periódico británico The Daily Mail, fue utilizada por Khloé sin permiso y que su crédito había sido borrado.

En su opinión, su publicación, compartida con casi 67 millones de seguidores, constituía una violación "voluntaria, intencional y maliciosa" de los derechos de autor.

Kardashian finalmente eliminó la imagen y ambas partes acordaron desestimar la demanda en 2018.

Pero la estrella ha reconocido que la disputa es un problema continuo para ella y sus hermanas.

Khloé dijo a sus seguidores de Twitter que podría llevarle más tiempo compartir imágenes de ella porque primero tenía que obtener los permisos adecuados.

"Tengo que tener derechos sobre mis propias imágenes, lo cual me sorprende", le dijo a un fan.

"Legalmente, pueden acosarme y hostigarme y luego, encima de todo, ni siquiera puedo usar las fotos que me toman", le escribió a otra persona.

A fines de enero, la modelo Gigi Hadid se convirtió en la última estrella en ser demandada por una imagen que ella publicó.

La queja alega que su cuenta de Instagram "incluye al menos 50 ejemplos de fotografías" de Hadid en público, en eventos de prensa o en la pasarela, sobre las que no tiene derechos.

En enero se informó que Jennifer López está siendo demandada en un caso similar que involucra una imagen publicada en una historia de su Instagram, una publicación temporal que desapareció después de 24 horas.

El problema parece poco probable que desaparezca.

El auge del "copyright trolling"

Chatterjee dice que estos casos se conocen en la industria como "trolear derechos de autor".

Él cree que las agencias de fotografía lo están explorando como una "una nueva forma" de aumentar sus ingresos y no solo afectan a los famosos.

Varias de las llamadas "cuentas de seguidores" de estas celebridades también fueron acusadas de estas prácticas, según informó la prensa estadounidense. Al parecer, algunas de ellas tuvieron que cerrar sus cuentas en el proceso.

Cuando algunos seguidores de Kardashian se quejaron del problema en 2018, Kim dijo que su familia estaba considerando contratar a sus propios fotógrafos para evitar el problema.

"¡Odio que las agencias de paparazzi obliguen a cerrar todas las cuentas de seguidores! Ugh, ¡tenemos que pensar en hacer algo! ¿Quizá abrir nuestra propia agencia? ¡¡¡¡¡Y dejar que todos los fans publiquen lo que quieran!!!!! ¡Déjenme que piense que con mi familia!", publicó en Twitter.

"Es una de esas cosas que ofende el sentido común", dice Chatterjee sobre la ley de derechos de autor.

"Si alguien me está acosando y me toma una fotografía y me gusta la foto y quiero usarla, después de que me acosaran y ganaran dinero conmigo, ¿pueden demandarme por eso?", se pregunta.

También puso en duda las acusaciones de pérdida de ganancias.

"Sabes que cuando Kylie Jenner promueve algo, su distribución es mucho más amplia que cualquier cosa que estas agencias puedan lograr", comenta.

¿Cuál es la defensa de las celebridades?

Chatterjee señala que la defensa ante las demandas de los paparazzi sigue siendo compleja y en gran parte no hay jurisprudencia.

Hasta ahora, muchos de los juicios contra las celebridades se han desestimado o se ha llegado a un acuerdo antes de que avanzara el proceso.

"Ves a personas ofreciendo un acuerdo por, digamos, US$10-20.000, lo que parece mucho dinero pero, si lo pones en contexto de los costes de un litigio de este tipo, no es demasiado, especialmente por figurs de alto nivel", dice el abogado.

"Se va a necesitar que alguien como una de las Kardashian, con montones de dinero, vea otros beneficios comerciales en este tipo de litigios. Se necesitará a alguien de esa talla para combatir de verdad esta situación".

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