¿Alguna vez escuchaste o dijiste las frases "eres muy inteligente" o "qué inteligente es este niño"?

Si es así, quizás deberías empezar a replantearte si estás en lo cierto. No por el calificativo hacia la persona a quien quieras elogiar, sino por el propio concepto de inteligencia.

Creer que la inteligencia es única y universal es un mito porque hay muchas maneras de entenderla y definirla, señalan los especialistas consultados por BBC Mundo.

Incluso aseguran que la frase 'una persona es inteligente' debería ser anulada.

Pero ¿qué es la inteligencia?

Según la primera entrada en el diccionario de la Real Academia Española, inteligencia es la "capacidad de entender o comprender" y la segunda es la "capacidad de resolver problemas".

Por eso, "cuando alguien dice que un niño es inteligente en general se piensa exclusivamente en una inteligencia lógica, racional, analítica y que es solo un tipo de inteligencia", le dice a BBC Mundo Julián De Zubiría, consultor en Educación de las Naciones Unidas para Colombia.

De hecho, los especialistas en psicología no están del todo de acuerdo con el significado que aparece en el diccionario.

"Los conceptos de 'inteligencia' son intentos de clarificar y organizar un grupo complejo de fenómenos. Aunque cierto grado de comprensión ha sido alcanzado en ciertas áreas, ninguna conceptualización ha respondido todas las preguntas importantes, y ninguna tiene un carácter universal", señala el estudio "Inteligencia: conocimientos e incógnitas" (Intelligence: Knows and Unknows) firmado por varios profesionales de la Asociación Estadounidense de Psicología en 1996.

Y añade: "De hecho, cuando se le pidió a una docena de teóricos prominentes que definiesen inteligencia, dieron dos docenas de definiciones distintas entre sí".

Según la psicóloga Susana Urbina, quien participó de ese estudio, "hubo un afán de definir la inteligencia como si fuera un concepto que todo el mundo entienda".

"Quizás en otro siglo se pudo entender pero hoy no es así. No es un concepto simple", le dice a BBC Mundo.

Ser inteligente

Para Julián De Zubiría, cuando uno califica que alguien 'es inteligente' está cometiendo varios errores.

"El primero es que está hablando de la inteligencia en singular. Por lo tanto, está desconociendo la diversidad de inteligencias", dice este educador colombiano director del Instituto Alberto Merani, en Bogotá, Colombia, que monitorea a miles de niños con capacidades cognitivas altas.

Efectivamente, existen diferentes teorías que sostienen que hay múltiples tipos de inteligencia.

Una de las más conocidas es la del psicólogo e investigador estadounidense Howard Gardner que considera que hay inteligencia lingüística, musical, lógica-matemática, espacial, corporal-kinestética, interpersonal y naturalista.

Según otras teorías, también están la inteligencia emocional, intrapersonal, creativa y la colaborativa, entre otras.

"La idea de que había una sola inteligencia condujo a una escuela dedicada al trabajo solo de la razón y la lógica", describe De Zubiría.

Nacer inteligente

El segundo error que desataca el profesor en la frase 'ser inteligente' es el verbo que se emplea.

"En la vida no hay gente que sea o no sea inteligente, sino que hay gente que se va volviendo más o menos inteligente según tenga más o mejores padres, maestros y medios culturales enriquecidos", le dice a BBC Mundo.

Por eso, "sería más lógico decir cuan 'está' que cuan 'es' inteligente una persona. Porque cuando se dice 'es' se presupone que es una capacidad estable", añade De Zubiría autor del ensayo "Mitos y realidades sobre la inteligencia y el talento".

Del mismo modo, para la psicóloga Susana Urbina, especialista en evaluación psicológica, "la frase 'es inteligente' debería ser anulada".

"Una persona no nace siendo inteligente. Tiene condición genética y física y luego va adquiriendo las inteligencias. El medioambiente tiene mucho que ver con eso", explica.

Medir la inteligencia

A principios del siglo XX, el psicólogo francés Alfred Binet inventó el primer examen de inteligencia, una prueba de predicción del rendimiento escolar, para diferenciar a los niños capaces de los menos capaces.

Este tipo de evaluación derivó en otras que fueron usadas por diferentes escuelas para determinar el ingreso de estudiantes.

"Desgraciadamente los psicólogos hemos sido culpables por haber creado estas pruebas de inteligencia", reconoce Urbina que también es profesora en la Universidad del Norte de la Florida, Estados Unidos.

"En realidad son pruebas que asesoran y estiman los diferentes tipos de habilidades que tienen las personas", describe y aclara que no son determinantes.

Por su parte, De Zubiría detalla que "estas pruebas de inteligencia surgieron en 1905, por lo tanto se diseñaron con las ideas de ese entonces y hoy la inteligencia analítica es distinta a la que creíamos un siglo atrás".

"Hoy sabemos que el conocimiento no sería un buen indicador de inteligencia, porque alguien podría no saber mucho pero sí procesar muy bien la información".

Para el profesor,este tipo de test deberían estar prohibidos porque "terminan discriminando o sobrevalorando a un niño y un padre termina creyendo que su hijo es muy inteligente porque puntuó en un test de hace más de un siglo".

¿Tener inteligencia es sinónimo de éxito?

Según los especialistas consultados, inteligencia y éxito no van de la mano.

"Si la inteligencia analítica no es acompañada de esfuerzo, trabajo, buenos orientadores y buenos padres es sinónimo de fracaso", dice De Zubiría.

Mientras que la psicóloga Urbina hace hincapié en que cada persona tiene un concepto diferente de lo que es el éxito.

"En este tipo de sociedad se valora mucho la riqueza y la inteligencia en el sentido de la acumulación de muchos títulos universitarios y puestos de trabajo importantes, entonces eres inteligente", analiza.

Entonces ¿es importante ser inteligente?

Ambos expertos coinciden en que "la inteligencia" racional y lógica medida en las pruebas no es importante en la vida.

"Esa mide poquísimas de las cosas. Pero las inteligencias que uno usa en el mundo concreto, cotidiano, práctico para resolver problemas que nos presenta la cotidianidad, son decisivas en la vida", opina De Zubiría.

Para Urbina, la inteligencia se ha sobrevalorado, porque "no es el único bien. La compasión, la comprensión, la ternura, la honestidad, son valores que podemos poner por delante de la inteligencia".

"No quiero decir que la inteligencia o que las pruebas no tengan valor. Pero también no hay que sobrevalorarlas", concluye.

 

Publicidad