El guionista y escritor José Ignacio Valenzuela, más conocido como 'Chascas' Valenzuela, se refirió a los dichos de la ministra de la Mujer y la Equidad de Géneror, Antonia Orellana, respecto a la gestación subrogada y señaló que espera que "se dé cuenta de la atrocidad que dijo".

La secretaria de Estado, a través de redes sociales, criticó la gestación subrogada y advirtió los peligros que esto conlleva. Su comentario se dio luego de que saliera a la luz que la actriz española de 68 años, Ana Obregón, fue madre a través de la gestación subrogada, proceso que realizó en Estados Unidos.

"A propósito de la polémica por este caso de mujer que va a EE.UU. (porque en España es ilegal) a comprar una guagua, en marzo viajamos a la CSW67 a advertir sobre los peligros de la gestación subrogada para fines comerciales", señaló en un hilo de Twitter la autoridad. 

"La desregulación habilita la explotación sexual de mujeres, la trata y la venta de niños/as. El tema de la CSW67 fue la tecnología y mi posición fue clara: no ‘prestamos el cuerpo’ y es indispensable erradicar la violencia en todas sus formas, incluidas las que se abren hoy", añadió.

Luego continuó: "Con la dolorosa historia de nuestro país respecto a la violencia contra mujeres rurales, empobrecidas o enfrentando violencia a quienes se engañó para traficar niños y niñas, no podemos dejar de advertir desde el sur global el peligro de estas prácticas".

La respuesta de 'Chascas' Valenzuela

Frente a la viralización de los comentarios de la ministra Orellana, el guionista de series como "Quién Mató a Sara" (Netflix) decidió compartir en su Instagram un extenso mensaje, debido a que el tema era algo que lo tocaba personalmente.

"Cuando leí las desafortunadas declaraciones de la Ministra Antonia Orellana, hablando sobre el caso de Ana Obregón y su maternidad a los 68 años por medio de una gestación subrogada, tuve que suspender todo y sentarme frente al computador", comenzó diciendo.

Luego señaló que la frase que dijo la ministra "'esta mujer va a Estados Unidos a comprar una guagua'. Ahí está. La frase feroz. Una oración que mezcla conceptos, que se convierte en prejuicio en sí misma, y que solo delata el profundo desconocimiento de la ministra en esta materia".

"Por definición, uno no 'compra una guagua' cuando esa guagua tiene tu material genético. Si ese bebé tiene los genes de su madre, o de su padre, o de ambos, no es un 'bien que se está adquiriendo'. No se está comprando un niño", añadió.

El escritor explicó que los únicos casos que conoce de "compra de recién nacidos" corresponden a los "más de 8 mil niños robados por al dictadura de Pinochet. Pero utilizar la ciencia, los avances tecnológicos, y las posibilidades que ofrece la medicina, no es comprar un ser humano. ¿Acaso las mujeres con problemas reproductivos no pueden soñar con ser madres?".

"La ministra Orellana parte de la base que detrás de una mujer que lleva en su vientre al hijo de otra persona, hay vulneración. Pero desatiende la posibilidad de que haya mujeres que libremente quieran llevar a cabo ese proceso", continuó.

"Ella asume que toda mujer que forma parte de una gestación subrogada es víctima y ese es un error terrible (…). Además, asociar maternidad subrogada a la compra de un niño estigmatiza, precisamente, a los niños que llegan a una familia gracias a este método", sostuvo.

En relación a su experiencia Valenzuela explicó que su proceso de gestación subrogada fue en Estados Unidos: "Mi marido y yo decidimos no hacerlo en Latinoamérica, ya que, al no estar legislado el tema, nadie pudo darnos garantías de que las mujeres involucradas estaban ahí por voluntad propia y no porque sus derechos estaban siendo quebrantados".

"La mujer que ofició de madre subrogada, en nuestro caso, tomó la decisión mucho antes de conocernos. De hecho, casi un año antes se inscribió por su propia voluntad en la agencia que llevó a cabo nuestro tratamiento (…). La razón por la que ella quiso hacer es totalmente altruista", escribió.

Finalmente, el 'Chascas' manifestó que espera que Orellana lea la carta y "se dé cuenta de la atrocidad que dijo".

"Espero que también entienda que muchos de los que pasamos por esto, condenamos -al igual que ella- la trata, el abuso a la mujer y la vulneración de derechos. No todos los casos son iguales. Por ello, las generalizaciones son dañinas, graves y peligrosas", concluyó.

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