Cada 24 de diciembre, el Viejito Pascuero recorre el mundo visitando los hogares de todos los niños y niñas del planeta. Una tarea titánica si se considera que cumple su objetivo en solo una noche, con una impactante precisión a la hora de entregar los regalos.

¿Pero cómo lo hace para guiarse y llegar a los puntos más apartados del planeta? Hoy existen instrumentos de navegación como GPS que facilitan esta tarea, pero el Viejito Pascuero ha mantenido la tradición de orientarse usando las estrellas, al igual que lo ha hecho la humanidad durante miles de años. 

La guía hacia las casas de los niños chilenos en esta Navidad

Durante siglos, la Cruz del Sur ha sido la constelación que ha guiado a miles de personas en sus traslados en esta parte del mundo. Está compuesta por cuatro estrellas que marcan las puntas de una cruz (de ahí su nombre) y una pequeña estrella ubicada bajo el brazo derecho, que nos ayuda a distinguirla de otras formaciones con forma de cruz. 

La Cruz del Sur es tan importante, que se transformó en un símbolo de identidad y pertenencia al hemisferio sur y hoy está presente en las banderas de países como Australia, Nueva Zelanda y Brasil, además de banderas de regiones de nuestro país como Magallanes, Los Lagos y Coquimbo

Para encontrar el sur a través de la Cruz del Sur, debes fijarte en la línea más larga que va de arriba hacia abajo. Para hacer las cosas más fáciles, puedes poner tu dedo índice sobre la estrella de arriba y tu pulgar sobre la estrella de abajo. Una vez que has establecido la distancia entre ambas, debes replicar esa distancia cuatro veces y media hacia abajo, siguiendo la misma diagonal de esta línea, así llegarás al punto sur celestial. Desde ahí, debes trazar una línea imaginaria hacia el horizonte, es decir, hacia la Tierra y ahí encontrarás el sur. 

Gracias a esta constelación, el Viejito Pascuero puede guiarse en el hemisferio sur y así llegar a las casas de los niños y niñas de Chile

Una estrella fiel

Si estamos en el hemisferio norte y miramos el cielo nocturno durante varias horas, notaremos que las estrellas parecen desplazarse lentamente, describiendo círculos en el firmamento. Sin embargo, hay una que permanece inmóvil: la Estrella Polar, también conocida como Polaris.

Aunque Polaris no es la estrella más brillante, sí es una de las más importantes. Para encontrarla, basta con ubicar el Gran Carro, una figura de siete estrellas que parece un cucharón o un carrito. Luego, hay que fijarse en las dos estrellas que están juntas en uno de sus extremos. Si se traza una línea imaginaria desde esas dos estrellas y se extiende un poco más en esa misma dirección, esa línea lleva directamente a la Estrella Polar.

Polaris se ubica casi exactamente sobre el eje de rotación de la Tierra, en dirección al Polo Norte celeste. Por esta razón, mientras el resto del cielo gira a su alrededor, ella permanece fija, marcando el norte con precisión. Para navegantes, exploradores y viajeros nocturnos, esta estrella fue durante siglos una referencia fundamental. Incluso lo hemos incorporado en nuestras conversaciones: cuando alguien parece inconsistente en sus decisiones, se dice que ha perdido el norte. 

La importancia de cuidar los cielos oscuros 

Para que el Viejito Pascuero pueda seguir cumpliendo con su tarea, es necesario que cuidemos nuestros cielos oscuros de la contaminación lumínica. Hoy el exceso de luz artificial está apagando de apoco las estrellas, haciendo cada vez más difícil poder usarlas para orientarse. 

Cuidar el cielo nocturno es muy fácil y se puede lograr siguiendo seis principios: dirigir la luz hacia donde se desea iluminar sin que se escape hacia arriba, regulando la intensidad, iluminando solo cuando se necesita, utilizando luces de colores más cálidos, iluminando siempre con un propósito y cuidando el diseño de la iluminación. 

"Actualmente el 83% de las personas en el mundo vive bajo cielos contaminados lumínicamente. Cada año la contaminación lumínica crece un 9,6%, por lo que los niños y niñas cada vez pueden ver menos estrellas. Es importante que tomemos medidas para que las nuevas generaciones puedan seguir disfrutando de este patrimonio natural y científico", señaló Daniela González, directora ejecutiva de Fundación Cielos de Chile

Publicidad